El balear ha salido muy beneficiado en la carambola a tres bandas entre Dallas, Portland y Denver Nuggets, ya que abandona un equipo de la clase media, acostumbrado a meterse en los 'play-offs' pero a quedar eliminado pronto, para llegar a un gran conjunto que, liderado por Dirk Nowitzki, acaba de conquistar el primer anillo de su historia.
En el cruce de traspasos, Dallas contrata al español y logra los derechos sobre el finlandés Petteri Koponen; Portland ficha a Raymond Felton y los 'rookies' Jordan Hamilton y Tanguy Ngombo; y Denver se queda con Andre Miller y con una elección de segunda ronda en un futuro 'draft'.
Tras deslumbrar en las filas del Joventut de Badalona, el equipo en el que creció desde las categorías inferiores, Rudy Fernández dio el salto a la NBA en el verano de 2008 con la vitola de jugador espectacular, sobre todo después del memorable mate sobre Dwight Howard en los Juegos Olímpicos de Pekín que tanta repercusión tuvo en Estados Unidos.
En sus tres años en la franquicia de Oregon, el balear ha sido un valioso 'sexto hombre' más que un protagonista, ya que ha vivido a la sombra de su compañero de puesto y gran estrella del equipo, Brandon Roy. Con todo, ha acumulado unas buenas medias estadísticas: 9,1 puntos, 2,5 rebotes y 2,2 asistencias en 24,1 minutos de juego en 218 encuentros.
A sus 26 años, el alero ha cogido el gran tren de su carrera, similar al que pasó por delante de Pau Gasol hace tres temporadas con Los Angeles Lakers. En un equipo campeón y olvidada una posible vuelta a Europa que nunca negó, el jugador más 'americano' de la selección española tiene la oportunidad ideal para reivindicarse en la mejor liga del planeta.
Nada más conocerse el traspaso, Rudy mostró su alegría a través de 'Twitter'. "Gracias a todos los aficionados de los Blazers por todo su apoyo estos tres años!! Estoy muy feliz por ir al mejor equipo de la NBA!!! Dallas!!!", escribió exultante.