La agencia de calificación crediticia considera que el nuevo Gobierno liderado por Mariano Rajoy tendrá que aprobar medidas adicionales de austeridad
La agencia de calificación crediticia Fitch considera que el nuevo Gobierno liderado por Mariano Rajoy tendrá que aprobar medidas adicionales de austeridad para cumplir con los objetivos de déficit establecidos y recomienda al nuevo Ejecutivo que aproveche su mayoría absoluta para proponer un "ambicioso y radical" programa de reformas estructurales.
"El nuevo mandato del Gobierno, tras la victoria del Partido Popular con una mayoría indiscutible en las elecciones del pasado domingo, proporciona una ventana de oportunidad", señala la calificadora de riesgos.
De este modo, la agencia apunta que para superar las expectativas del mercado respecto a la capacidad de crecimiento de la economía española y reducir la deuda dentro de los límites fijados por la eurozona, habría que sorprender positivamente a los inversores con un "ambicioso y radical programa de reformas fiscales y estructurales".
Así, Fitch destaca el compromiso de España con la disciplina fiscal que le ha llevado a adoptar medidas adcionales para cumplir sus objetivos, algo que, según el escenario base de la agencia, "ocurrirá", lo que situará la deuda pública en un máximo del 72% del PIB, un nivel "sostenible", a pesar de los mayores intereses a largo plazo.
No obstante, la calificadora de riesgos advierte de que los riesgos para estas previsiones son altos y han aumentado con la intensificación de la crisis de deuda de la eurozona, que ha elevado los intereses de la deuda española, mientras que ha rebajado las expectativas de crecimiento.
España prevé recortar este año su déficit al 6% del producto interior bruto (PIB), desde el 9,3% del año pasado, mientras que el objetivo fijado para el próximo año es del 4,4% del PIB, para alcanzar el 3% en 2013.
EL MAYOR RIESGO PROCEDE DE LAS CC.AA.
Fitch otorga a la deuda española una nota 'AA-' con perspectiva 'negativa' y ha advertido de que el incumplimiento de los objetivos de reducción de déficit añadiría presión sobre el 'rating' de España, así como si el crecimiento de la economía fuera más débil de lo esperado o aumentaran más de lo previsto los costes de recapitalización de la banca.
En este sentido, la agencia señala al déficit de las comunidades autónomas como el principal riesgo para los planes de consolidación fiscal de España, ya que el déficit aggregado de las regiones en los seis primeros meses del año era ya del 1,2% del PIB, sólo un poco por debajo del objetivo para el conjunto del año, dificultando así el cumplimiento del límite del 6% fijado para el conjunto del Estado.
"La perspectiva negativa ya toma en cuenta estas amenazas a la calificación de España. El alto grado de inversión de dicha nota incorpora la opinión de Fitch de que, como país solvente y sistemicamente importante, en un caso extremo el BCE y/o el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera y/o el FMI actuarían para evitar una crisis de liquidez autoinducida", apunta la agencia.