El arresto del ideólogo del atentado de Hipercor, el histórico etarra Santiago Arrozpide Sarasola, 'Santi Potros', se saldó con éxito el pasado 19 de enero tras 46 días en libertad. No obstante, la operación no estuvo exenta de nervios, conversaciones discretas entre las autoridades judiciales y policiales, pistas sobre los movimientos del terrorista y dudas sobre su paradero que a punto estuvieron de precipitar una detención que siempre giró en torno al ritmo que marcaba el calendario.
Según han informado a Europa Press fuentes de la investigación, los planes para detener a 'Santi Potros' empezaron el mismo día en el que quedó en libertad por orden de la Audiencia Nacional, que decidió descontar de su condena los años pasados en prisión en Francia. En ese momento, las autoridades policiales comunicaron al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que sobre el terrorista pesaban dos órdenes europeas de detención por sendos atentados en la década de los ochenta.
No obstante, el magistrado ya sabía que esas dos causas no figuraban entre los sumarios por los que Francia entregó en su día al etarra. Dicho de otro modo, en caso de detenerle en España en virtud de esos atentados, quedaría inmediatamente en libertad. Pero el juez encontró un plan B en el artículo 14.1 del Convenio Europeo de Extradición de 1957.
Según este artículo, 'Santi Potros' podría ser detenido y encarcelado de nuevo si a los 45 días de su liberación seguía en España. También podría ser arrestado si en ese plazo salía del país y después volvía. El riesgo estaba si abandonaba España y no regresaba pasados esos 45 días. Por tanto, sólo quedaba esperar.
Ahí comenzó la coordinación envuelta en la máxima discreción entre el magistrado y las fuerzas de seguridad. Según las fuentes consultadas, desde que quedó en libertad el etarra el 4 de diciembre, fueron varias las conversaciones mantenidas. El momento de máxima alerta dentro de esa tensa espera llegó en la víspera de la Nochevieja.
SU COCHE EN LA FRONTERA
Al despacho del juez llegó una fotografía del coche que empleaba habitualmente el etarra cruzando la frontera francesa. No había duda de que era el mismo vehículo ya que coincidía la matrícula, pero no se apreciaba con suficiente nitidez si el etarra iba dentro. La sospecha de que 'Santi Potros' hubiese salido de España era grande dado que en el sur del país galo vive la mujer con la que el terrorista mantenía contacto desde prisión. La misma persona a la que llamó justo antes de salir de la cárcel de Villena (Alicante).
Quedaban menos de tres semanas para que expirase el plazo de los 45 días y las autoridades temieron que Arrozpide ya no regresara. Pero el vehículo volvió a aparecer en territorio español pocos días después de año nuevo. En ese momento la duda era si detener ya al terrorista dado que había salido de España y había vuelto, pero el juez decidió esperar. La razón es que la única certeza que tenían era que el coche había cruzado a Francia, pero no tenían pruebas de que el etarra fuese en el vehículo en ese momento. De nuevo, sólo quedaba esperar.
Finalmente, 46 días después de su liberación, agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil arrestaban este lunes en su localidad de Lasarte al (Guipúzcoa) al histórico terrorista por un atentado cometido en Barcelona en 1987 contra una patrulla del Instituto Armado y por el intento de asesinato del fiscal general del Estado Luis Antonio Burón Barba en 1986.
