El tribunal del caso Gürtel ha acordado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comparezca físicamente en el juicio el 26 de julio para declarar como testigo, ya que considera que no lo hace como presidente de la nación sino como ciudadano español.
En un auto, la sección segunda de la Audiencia Nacional, encargada de juzgar a la trama corrupta, ha rechazado por mayoría (dos votos a uno) la petición del PP y del propio Rajoy de declarar por videoconferencia, si bien ha respetado las fechas que propuso para testificar.
Con un voto discrepante del presidente del tribunal, Ángel Hurtado, la sección ha decidido que Rajoy acuda a la sede de la Audiencia de San Fernando de Henares (Madrid) al entender que su presencia física asegura la "inmediación y la contradicción", y además su declaración "se enmarca en la normalidad democrática".
En cuanto a la seguridad que adujo Rajoy para declarar por videocoferencia, afirma que dada su condición de testigo "se considera procedente adoptar cuantas medidas sean necesarias para preservar su imagen institucional" y que la Audiencia Nacional cuenta con medidas de seguridad mayores que las que pueden ofrecer otras sedes institucionales o empresariales en las que Rajoy ha protagonizado actos.