No hay mejor plan para disfrutar de la Costa del Sol en verano que
pasar un día en la playa con familia y amigos. Pero a veces los planes no acaban como te imaginas, y el día de playa se convierte en una
visita al médico.
El pasado jueves 6 de julio Alfredo decidió bajar a la playa en
Estepona, en una zona ubicada entre Velerín y Guadalmansa, disfrutó del buen tiempo junto a familias con niños y turistas, que habían escogido la misma zona cerca del Arroyo de las Cañas.
Tras un par de horas, al llegar a casa, se descubrió el cuerpo lleno de
picaduras.
Acudió a un centro de salud con su cuñada, donde el médico le confirmó la procedencia de sus ronchas:
pulgas.
Al parecer, tal y como el facultativo le confirmó, había más personas afectadas por picaduras de pulgas en la misma zona.
Alfredo lleva desde entonces con un
tratamiento antihistamínico y corticoide. Cinco días en los que sus picaduras parecen mejorar, pero que todavía persisten.
Ir a la playa con amigos y familia es un plan perfecto... con pulgas, no tanto.