Unas 700 personas han tenido que ser desalojadas en la localidad coruñesa de Ribeira debido al incendio declarado en la parroquia de Cures, en Boiro, y que ha calcinado ya 1.200 hectáreas.
Según ha confirmado a Europa Press el alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz, la mayoría de los desalojados se hospedaban en un cámping del municipio, por lo que en estos momentos unas 300 personas se encuentran acogidas en polideportivos del ayuntamiento: en A Fieiteira y en Palmeira. Además, ha señalado que han ardido ocho 'roulottes' y que espera que los huéspedes del cámping puedan ir a recoger sus enseres esta misma tarde.
Asimismo, el regidor ha asegurado que "tal y como tira el aire" en estos momentos parece que los medios de extinción podrán evitar que el fuego cruce hacia la zona de "masa arbolada que circunda el Hospital del Barbanza".
También en A Pobra do Caramiñal el fuego ha cercado varios establecimientos hoteleros en el núcleo de Entrerríos, entre ellos unas cabañas y una casa rural. Según ha trasladado el alcalde de A Pobra, Xosé Lois Piñeiro, en declaraciones a Europa Press, 13 personas han tenido que ser desalojadas. "Los huéspedes de las cabañas han ido para un hotel y los de la casa rural se encuentran en el polideportivo de A Tomada", ha detallado.
El regidor de A Pobra ha reconocido que espera "un día largo", ya que "el frente es muy largo", por lo que continúan pendientes porque "los frentes pueden avanzar en cualquier momento y hay zonas de riesgo especial".
Y es que la noche en el Barbanza ha sido "muy dura", aseguran los alcaldes de la zona. De hecho, a última hora de la tarde de este viernes, la Consellería do Medio Rural notificaba 400 hectáreas y en los últimos datos notificados la superficie afectada se ha triplicado.
Así, la Xunta mantiene activada como medida preventiva la 'Situación 2' por la proximidad del fuego al núcleo de Piñeiro. En el incendio trabajan tres técnicos, 45 agentes, 87 brigadas, 40 motobombas, cuatro palas, 12 aviones y nueve helicópteros, además de la Unidad Militar de Emergencias.
Con todo, en Boiro este sábado amanecen "más tranquilos", después de que este viernes pasaran "apuros" en zonas como, precisamente, el núcleo de Piñeiro. El alcalde, José Ramón Romero, ha confirmado que en la localidad no han tenido que desalojar viviendas.
CALDAS DE REIS
Además, continúa la preocupación por el incendio declarado en la parroquia de Saiar, en el municipio de Caldas de Reis, y que afecta también a Vilagarcía de Arousa. Pese a todo, la administración autonómica ha asegurado que "evoluciona favorablemente" y ha desactivado la 'Situación 2' por proximidad de las llamas al núcleo de A Porteliña. Por el momento, la superficie afectada estimada es de 450 hectáreas.
También en la provincia de Pontevedra, se ha registrado un fuego en Ponte Caldelas, sobre las 19,52 horas de este viernes, que ha calcinado ya unas 150 hectáreas y por el que la Xunta ha activado como medida preventiva la alerta por proximidad del fuego al núcleo de Canicouva, en el ayuntamiento de Pontevedra.
Por otra parte, los incendios de Arbo permanecen controlados. En concreto, la Xunta ha dado por controlado el de la parroquia de Mourentán a las 23,00 horas, con una superficie afectada de 400 hectáreas. Mientras, el de Barcela, que entró desde Portugal, ha calcinado unas 82 hectáreas.
VERÍN: 600 HECTÁREAS
Asimismo, la superficie afectada por el incendio declarado en Verín el pasado miércoles se mantiene en las 600 hectáreas y la Xunta ha señalado que "evoluciona favorablemente hacia su estabilización" y "sin riesgo para núcleos de población".
También en la provincia de Ourense, en A Mezquita, continúa controlado el incendio forestal declarado en la parroquia de O Pereiro. Según las últimas estimaciones, ha calcinado unas 150 hectáreas.
Este viernes la Consellería daba por extinguidos los incendios de Maceda (Ourense) --120,55 hectáreas quemadas-- y Ponteareas (Pontevedra) --15,6 hectáreas calcinadas--.
En total, los incendios forestales de esta última semana en Galicia han calcinado ya más de 3.000 hectáreas.