Se trata de la misión Baluarte iniciada el 30 de septiembre de 2020, para el rastreo de casos positivos y contactos estrechos
El Ejército ha reactivado a petición de la mayoría de las comunidades autónomas las labores de rastreo de posibles contagiados del coronavirus COVID-19 con un total de 1.172 militares en toda España debido al repunte de la pandemia sobre todo entre los jóvenes.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha facilitado este dato durante su visita a la Sección de Vigilancia Epidemiológica de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid)
Se trata de la misión Baluarte iniciada el 30 de septiembre de 2020, para el rastreo de casos positivos y contactos estrechos, habiéndose efectuado hasta ahora cerca de 4,8 millones de contactos telefónicos en toda España por los militares.
En un momento de repunte de la pandemia la mayoría de las comunidades autónomas han vuelto a solicitar rastreadores militares para controlar la quinta ola del coronavirus, cuyos contagios se están propagando sobre todo entre los jóvenes.
"Ahora, y como consecuencia del repunte que ha habido, tenemos 1.172 rastreadores militares por toda España", ha informado Robles, quien ha señalado que la mayoría de las comunidades autónomas han solicitado la reactivación de los rastreadores de las Fuerzas Armadas y que la "coordinación es magnífica".
Castilla y León, con 220, es la que cuenta con más efectivos, seguida por Andalucía (210) y Galicia (90), a las que siguen Castilla-La Mancha, Baleares, Valencia y Cantabria.
En Madrid, donde la vigilancia se desactivó el 21 de junio y se volvió a activar el pasado jueves, hay 40 rastreadores militares actualmente, 20 del Ejército del Aire en la base aérea de Torrejón y otros 20 en el Mando de Artillería Antiaérea de Fuencarral del Ejército de Tierra.
En su visita a la Sección de Vigilancia Epidemiológica la ministra ha conocido de primera mano el trabajo de los rastreadores que le han informado de los cambios detectados, especialmente en el perfil de los rastreados.
La teniente psicóloga María Quevedo ha explicado a la ministra cómo ha cambiado el perfil de las personas rastreadas ahora, "cuya media de edad es más baja, rondando los 29 años y donde los contactos se centran más en el ámbito social".
En las primeras oleadas los rastreados eran de mayor edad y por tanto los contactos más reducidos porque estaban en el ámbito estrictamente familiar.
Ahora son fundamentalmente jóvenes entre 16 y 24 años y su nivel de contactos es mayor, por las reuniones con amigos y los viajes compartiendo apartamentos.
La ministra ha destacado asimismo el "afán de colaborar" de los jóvenes aunque al principio se sorprenden un poco con la llamada de seguimiento.
Por su parte, el teniente Oscar García González, jefe de la Sección de Vigilancia Epidemiológica de la base aérea de Torrejón, ha explicado que ya se han llevado a cabo 75.000 llamadas.
El jefe del Mando Aéreo General, el general de división Juan Ángel Treceño, y el jefe de la Base Aérea de Torrejón, general de brigada Pabló Guillén, han acompañado a Robles en la visita.
El general Guillén ha manifestado su impresión de que "con estos rastreos se han evitado decenas de miles de contagios y eso hace pensar que se han salvado muchas vidas".