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Veneno, el último exterminador

La Fundación Gypaetus denuncia el peligro añadido que supone para una especie en extinción el envenenamiento y es que el pasado día 28 de octubre en la Sierra de Castril se descubrió el cádaver de ?Cazorla? una joven hembra de quebrantahuesos

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  • El Quebrantahuesos -
  • A la espera de los resultados definitivos que arroje la necropsia, los datos preliminares apuntan a la muerte de esta especie motivada por veneno
Técnicos de la Consejería de Medio Ambiente, Agentes de Medio Ambiente y técnicos del proyecto europeo LIFE “Acciones para la reintroducción del Quebrantahuesos en Andalucía” de la Fundación Gypaetus localizaron el pasado día 28 en la Sierra de Castril (Granada), el cadáver de “Cazorla”, una joven hembra de quebrantahuesos nacida en el mes de febrero en el Centro de Fauna de Valcalent (Lérida) y que había sido liberada el pasado 8 de mayo en la Sierra de Segura  en el marco del Programa Andaluz de Reintroducción del Quebrantahuesos.
A la espera de los resultados definitivos de la necropsia, los datos preliminares apuntan a una muerte por envenenamiento. Para la Fundación Gypaetus esta nueva baja, localizada en un monte público, cuyo principal aprovechamiento es el ganadero, siguiéndole en importancia el cinegético y el apícola, además de suponer un serio revés a la marcha del proyecto, pone de manifiesto la necesidad de seguir trabajando para fomentar un compromiso activo de la población local contra el uso de cebos envenenados en propiedades públicas y privadas.

“Las medidas coercitivas y de sensibilización que de manera coordinada se están llevando a cabo en Andalucía por parte de la Administración y otros organismos públicos y privados, como la Fundación Gypaetus, son necesarias y eficaces, ya que hay que eliminar cualquier resquicio de impunidad, identificando a los delincuentes” explica Juan Montes, gerente de Fundación Gypaetus. “El problema es que quizás no sean suficientes. Habría que crear un frente social homogéneo de tolerancia cero hacia estas prácticas. No basta con  concienciar, perseguir, y multar, debemos dirigirnos a la raíz del problema. ¿Por qué determinados colectivos siguen utilizando hoy el veneno?”.

“Además de labores de divulgación y concienciación, la Fundación Gypaetus está trabajando en el establecimiento de nuevas estrategias de lucha contra el uso ilegal de veneno basadas en la búsqueda de interlocutores locales que nos ayuden a llegar a los envenenadores”, explica Montes. “Se trata de hacerles ver que el veneno no soluciona ningún supuesto problema, como el de los predadores, sino que hay otros mecanismos mucho más eficaces y respetuosos con el medio natural”, concluye.

Con este objetivo, y en relación con el proyecto LIFE y el Programa Andaluz de Reintroducción del Quebrantahuesos impulsado por la Consejería de Medio Ambiente, la Fundación mantiene un contacto permanente con los municipios en los que se avista a los ejemplares liberados.

Precisamente, fruto de esta colaboración, el Ayto. de Castril se ha adherido recientemente a la “Red de Municipios contra el Veneno” una iniciativa de la Fundación Gypaetus pionera en España, que ofrece asesoramiento técnico y jurídico gratuito en temas medioambientales a los Ayuntamientos a cambio de que, entre otros puntos, éstos se comprometan a presentarse como acusación particular en los casos de envenenamiento en su municipio.

Referencia a nivel europeo

Según afirma el gerente de Fundación Gypaetus, Andalucía es una región de referencia a nivel europeo en la identificación y el control del uso ilegal de cebos envenenados. “El problema del veneno es grave y complejo, pero se está avanzando mucho gracias a las inspecciones preventivas y la labor del Equipo Canino de la Consejería de Medio Ambiente, la sensibilización a ganaderos y cazadores, la Red de Municipios contra el Veneno... En Andalucía hemos demostrado que conocemos el problema y hemos puesto medidas, pero hay que ir más allá. Y para ello proponemos medidas innovadoras como la búsqueda de apoyos e interlocutores que hagan llegar de forma efectiva la estrategia contra el veneno al mundo rural”, asegura.

Las especiales características del Parque Natural de la Sierra de Castril, dada la importancia de la actividad ganadera, la cercanía al área de suelta y sus particularidades orográficas y de vegetación, hacen de esta serranía granadina un espacio especialmente apreciado por los quebrantahuesos más jóvenes para pasar el invierno.
“Cazorla” es el tercer ejemplar de quebrantahuesos hallado muerto en Andalucía. El 25 de abril se localizó, también en Castril, el cadáver de “Segura”, liberada en 2007, mientras que el 6 de agosto, en Cazorla Segura y Las Villas, se halló el cadáver de “Acebeas”, liberada en 2008. Si bien en el caso de “Segura” la necropsia detectó evidencias de disparos de escopeta, en el de “Acebeas”, los análisis no revelaron ni heridas por perdigones, ni fracturas, ni restos de sustancias tóxicas, por lo que se descartaron causas no naturales.

La Fundación Gypaetus es una entidad privada y sin ánimo de lucro que trabaja por la conservación del patrimonio natural y el paisaje de Andalucía.

El proyecto europeo LIFE “Acciones para la Reintroducción del Quebrantahuesos en Andalucía” 2004-2009 es un proyecto desarrollado por la FG y cofinanciado por la Comisión Europea, en el que participan como socios la Consejería de Medio Ambiente, la Federación Andaluza de Caza y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).

Proyecto Life

El proyecto LIFE de la FG apoya y completa el Programa Andaluz de Reintroducción del Quebrantahuesos que desarrolla la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Como conclusiones, desde la Fundación Gypaetus señalan que la localización el pasado martes del cadáver de un segundo quebrantahuesos en la zona pone de manifiesto la necesidad de seguir trabajando con los colectivos rurales para aislar social, policial y judicialmente a los envenenadores.
En segundo lugar, para la Fundación Gypaetus, las medidas coercitivas y de sensibilización son efectivas y necesarias, pero además hay que buscar interlocutores locales que ayuden a establecer medidas innovadoras que neutralicen los problemas por los que esta práctica ilegal sigue existiendo.
Por último, “Cazorla” procedía del Centro de Fauna de Vallcalent (Lérida) y era uno de los cuatro ejemplares liberados el pasado mes de mayo en Andalucía.
Su presencia nos reporta importantes beneficios ya que junto con otras carroñeras al alimentarse casi exclusivamente de huesos, contribuyen a la desinfección de carroñas que podían constituir foco de infección.

Andalucía , con mayor diversidad de Europa

La Fundación GYPAETUS es una organización sin ánimo de lucro que trabaja por la conservación y recuperación de especies amenazadas de Andalucía. La Fundación fue creada en el año 2000 por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Unicaja, Ecotecnia, Ayuntamiento de Cazorla, Radio Televisión Andaluza y Fungesma. Su nombre proviene de Gypaetus barbatus, denominación latina del quebrantahuesos. Esta especie, recientemente extinguida en Andalucía, es el centro de algunas de las actividades más emblemáticas de la Fundación Gypaetus. En sus comienzos, la fundación actuó como herramienta social complementaria para ayudar a la reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía. Con el paso del tiempo, su papel se ha ampliado hasta convertirse en una de las principales organizaciones no gubernamentales andaluzas dedicadas a la lucha por la conservación de nuestro patrimonio naturala Fundación Gypaetus trabaja por y para la conservación de la biodiversidad , uno de los mayores y más transcendentes retos en la actualidad. La conservación de especies y espacios naturales es el principal modo de asegurar el desarrollo humano en condiciones de calidad, ya que nuestra vida depende de la extensión y diversidad de ecosistemas naturales que seamos capaces de conservar. Entre las muchas y variadas razones que confieren a la conservación de la biodiversidad una importancia incuestionable se encuentran las siguientes: La pérdida de especies ocasiona la pérdida de la estabilidad de nuestro entorno, haciéndose cada vez más vulnerable. Las especies son las piezas de un mecanismo, los ecosistemas, imposible de reproducir de forma artificial. Cada especie es un recurso natural utilizado, o potencialmente utilizable, por el ser humano como alimento, tejido, medicamento, etc., determinante en muchas ocasiones para el desarrollo y bienestar de la humanidad.  Las especies son las piezas de un mecanismo, los ecosistemas, imposible de reproducir de forma artificial. Cada especie es un recurso natural utilizado, o potencialmente utilizable, por el ser humano como alimento, tejido, medicamento, etc., determinante en muchas ocasiones para el desarrollo y bienestar de la humanidad. Las especies son parte de nuestro patrimonio biológico, el cual debemos conservar para posibilitar su uso por parte de las generaciones venideras.   pertenecen. Los utilizaron nuestros ascendientes y debemos trabajar para que los puedan utilizar nuestros descendientes.

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