Eso es lo que necesita Jaén de una vez por todas, que alguien coja el toro por los cuernos y nos dejemos de parches y de darle patadas al problema hacia delante mientras cerramos los ojos como los malos defensas. El caso de la regularización de ‘Los Puentes’ en Jaén acumula ya décadas y finalmente se está convirtiendo en un avispero. Más de 15.000 jienenses residen ya en este zona de las afueras de la ciudad y poco a poco serán muchos más. No podemos negar que la situación legal es complicada después de décadas de consentimiento y tras las últimas normativas aprobadas por la Junta de Andalucía, que sobre el papel parecen más que lógicas, pero que cuando la letra dictada baja a la arena y se topa con las particularidades de cada zona levanta ampollas. Pocas salidas le ha quedado al equipo de gobierno con ‘Los Puentes’, salvo esquivar el bulto para evitar que no retrasase más el Plan General de Ordenación Urbanística, pero está claro que la solución de que sea cada uno de los vecinos quienes deban emprender su batalla para regularizar sus viviendas no es la salida, a estas alturas, más conveniente. La complejidad y las particularidades no deberían ser excusas para quienes elijen libremente dedicarse a la política predicando, a la postre, que luego tienen difícil traslado sobre el papel. A los problemas, soluciones definitivas, cueste lo que cueste.