No se vayan a volver locos y no piensen que se trata de una inocentada adelantada, pero sobre todo, no se lo gasten todo de una vez. El gobierno de España, verbigracia de su presidente Mariano Rajoy, ha decidido subir el Salario Mínimo Intreprofesional en nuestro país la friolera de tres euros para que no se diga que no hay síntomas de recuperación y que este gobierno no es dadivoso. A la vez, también para que no se vuelva loco nadie, el Banco de España ha sugerido y recomendado a los empresarios que no se incrementen demasiado los salarios de los trabajadores, porque de lo contrario será más complicado salir de la crisis y caminar por la pendiente ostentosa y frívola de la recuperación, que con el trabajo que ha costado reducir los salarios a tiempos de los años ochenta y conseguir que una cuarta parte del país sobreviva sin trabajo (un 40 por ciento en el caso de Jaén), no es cuestión ahora de echar las campanas al vuelo. Mientras tanto, el Ministerio de Hacienda prepara nuevas medidas de liquidez para los ayuntamientos. Esa es la radiografía de nuestro país: austeridad para el pueblo y dinerito para tapar las vergüenzas durante lustros de nuestros gobernantes. Esa y las nuevas prioridades de quienes ganan El Gordo de Navidad. Mientras hace unos años hablaban de comprarse un coche o un apartamento, ahora simplemente es para comer o pagar la luz.