La capital jienense ha vuelto a perder población y ya se encuentra por debajo de los 115.000 habitantes: sigue la sangría
Por sexto año consecutivo, la capital ha perdido población, en esta ocasión, 737 habitantes y son ya 1.735 las personas que han dejado de vivir en la ciudad desde que comenzara la crisis. No se trata de un hecho aislado, ya que la provincia también lleva años perdiendo habitantes, pero es significativo que siendo la capital no sea capaz de atraer a esa población rural, castigada por la crisis, y camine en paralelo en la misma tendencia que el resto de la provincia. Una vez más se pone de manifiesto la debilidad de la capital como motor económico y de generación de empleo, ya que apenas el sector servicios es quien tira del carro en una ciudad donde a la industria, además de no estar, no se le espera. La pérdida continuada de población en la ciudad, sumada a los bajos índices de natalidad, tienen consecuencias a medio y largo plazo más que preocupantes, ya que, poco a poco, se va convirtiendo en una capital con una población mayor, que no regenera el tejido productivo que precisa. Jaén, más que nunca, necesita atraer población, dar salida laboral a cientos de jienenses que desde hace una década se ven obligados a abandonar su tierra, y para ello, es imprescindible apostar por la industria de forma decidida y de una vez por todas.