Cáritas Diocesana trabaja para seguir dando respuesta a colectivos vulnerables como personas sin hogar, familias sin recursos y mayores que viven solos, entre otros, con el número de voluntarios reducido a más de la mitad y menos recursos de acogida disponibles debido a las condiciones que rigen el Estado de Alarma por la crisis sanitaria por el coronavirus Covid-19.
“El voluntariado se ha reducido muchísimo, bien por miedo a la exposición o porque tienen problemas de salud y están en riesgo. Hemos tenido que buscar suplentes, voluntarios más jóvenes”, explica el director, Rafael López-Sidro.
En el centro de transeúntes del Ayuntamiento durmieron 55 personas la noche del domingo y otras nueve en el pabellón cubierto de La Salobreja, habilitado también como recurso de emergencia para la atención a las personas sin hogar. Sin embargo, hay otras 25 personas sin techo que siguen en la calle.
“Las personas sin hogar están atendidas en los recursos municipales. Los primeros días de marzo iban al centro de día a comer y luego dormían en la casa de acogida Nuestra Buena Madre, pero ya no es posible, no responden a las exigencias del Estado de Alarma. Me preocupan las personas que están viviendo en casas abandonadas. Estamos informando a la Policía de los lugares a dónde suelen ir a dormir”, señala.
Los comedores del centro de día Santa Clara y el de San Roque están cerrados, también la casa ‘Nuestra Buena Madre’.
Cáritas ha montado equipos y elaboran a diario bolsas con comida (bocadillos, zumos y fruta) que están repartiendo. El centro de alimentos de barrio de La Glorieta abre dos días a la semana y las personas atendidas por las Cáritas parroquiales están recibiendo los alimentos que necesitan.
En cuanto a la atención a las necesidades básicas de las personas, “las Cáritas parroquiales están a disposición disponibles para quienes tengan algún problema” y, además, han puesto en marcha un “servicio permanente de guardia en Cáritas Interparroquial para cubrir las necesidades que puedan tener estas familias”, explica.
La empresa ‘Recuperaciones Redoble’ de reciclaje de ropa usada ha paralizado su actividad. Desde Cáritas piden que no se deposite ropa en los contenedores.
Siguen atendiendo a los mayores que viven solos, alrededor de 90 jiennenses, cuarenta de ellos en la capital. Continúa el programa de mujer y la atención en el Hogar de Santa Clara, donde los 14 residentes cumplen las medidas. Sí se han suspendido “todos los cursos de formación”.
