La Fundación Banco de Alimentos de Jaén distribuyó el año pasado 1.786.871 kilos de productos, lo que supone unos 150.000 más que en 2019, cuando se repartieron 1.636.673 kilos. También aumentó el número de personas que necesitaron este apoyo en un año especialmente duro marcado por la covid-19: los productos llegaron a 22.156 personas, "en torno a un doce por ciento más" motivado por los efectos de la pandemia.
Para hacerlo posible, ha sido fundamental la labor de los voluntarios de la entidad, con 35 fijos, así como la implicación de 180 organizaciones asociadas. De ellas, 136 eran de reparto (distribuyen lotes de alimentos a las familias) y 44 de consumo (proporcionan alimentos elaborados para consumir en sus instalaciones).
Así lo ha indicado a Europa Press el presidente del Banco de Alimentos de Jaén, Francisco Luque, quien ha valorado el esfuerzo para cubrir la demanda. "A pesar de que al principio de la pandemia tuvimos que frenar un poco la actividad por el condicionamiento de saber el personal de que disponíamos, edades de riesgo, ya que muchos de voluntarios son jubilados... en ningún momento se dejó al completo", ha afirmado.
Ha apuntado que en Jaén los datos de demanda "no han sido tan alarmantes como en otras provincias", entre otras cosas por el tipo de empresa, de trabajo que hay en ella. Pese a lo cual, en un primer momento registraron "un boom" y después se ha mantenido un "goteo leve". Es ahora, según ha añadido, cuando perciben "un aumento en el estamento social relacionado con autónomos, pequeñas empresas y el mundo de los ERTE, a pesar de tener muchas dificultades para pedir ayuda porque nunca habían tenido que solicitarla".
Luque ha señalado que para dar respuesta a todas las solicitudes "se encontraron vías alternativas para la colaboración y que no faltara suministro". Y ello ante la imposibilidad de mantener canales habituales, como las dos grandes recogidas de alimentos que se realizan cada año, en primavera y Navidad, y que coincidieron con "momentos críticos" de la pandemia.
De ahí que no se hicieran presencialmente con voluntarios en los establecimientos y se plantearan ayudas económicas a través de Bizum, ingresos en cuenta o donaciones de alimentos que llegaran directamente a los almacenes del Banco de Alimentos.
RESPUESTA GENEROSA
"La respuesta en la provincia de Jaén ha sido generosísima. Y, de hecho, la de la primavera pasada nos ha permitido seguir atendiendo con normalidad a todas las instituciones, personas que están demandado ayuda", ha comentado el presidente, quien ha añadido que la vía virtual sigue en la actualidad como medida de prevención. Así, hay en marcha nuevas campañas en grandes superficies y las donaciones "se hacen caja y automáticamente se transforma en alimentos".
Por otro lado, no ha dejado pasar la implicación de entidades y administraciones para superar la "dificultad añadida importante" en la distribución de los productos, precisamente por las limitaciones de contactos y la falta de voluntarios en muchas organizaciones asociadas que eso implicaba.
"Encontramos la ayuda de los ayuntamientos en los pueblos, Protección Civil, la Subdelegación del Gobierno para autorizar desplazamientos de alimentos, por una parte, y, por otra, para colaborar incluso directamente en los repartos", ha manifestado no sin mostrar su gratitud.
Un agradecimiento que ha hecho extensivo a todas las personas y organizaciones que de una forma u otra han puesto su grano de arena para que el Banco de Alimentos haya podido seguir funcionando en un año complicado. En este sentido, cabe destacar la campaña de aceite de oliva 'Un productor, un litro' con 10.800 kilos repartidos. Una iniciativa que pretende que este saludable alimento no falte en ninguna casa de una provincia como Jaén, la mayor productora del mundo.