José Pérez Herrera, entrenador del Xerez DFC, hablaba en sala de prensa tras la victoria del equipo este domingo frente al Tamaraceite. El jerezano se abrazó a su cuerpo técnico al final porque “había mucha tensión. Hemos venido de una semana tan dura de trabajo y solventando las necesidades y teníamos algunas bajas que podíamos necesitar por el tipo de partido que teníamos y por el tipo de rival que venía. Sabíamos que necesitábamos un gran desgaste del equipo. El equipo lo merecía no tanto por juego, si no por entrega e intencionalidad. Es lo que hay que alabar y por lo que estamos tan satisfechos. El equipo no ha dejado de intentarlo, en algunos momentos con desaciertos individuales en pases fáciles que venían motivados por la necesidad de ganar y de dar un paso importante. Cuando el jugador falla esos pases fáciles necesitaba el apoyo y levantar el ánimo, que es lo que nos ha dado que el equipo no deje de creer, de insistir y consigamos la victoria en una acción a balón parado que nos da un paso importante para el objetivo fundamental”.
El equipo se aleja del descenso gracias a este triunfo que da “mucho más valor a la dinámica de ocho partidos sin conocer la derrota, otra portería a cero y sobre todo el no desmerecer al rival. Sabíamos con quién jugábamos hoy y es de los equipos que mejor fútbol hace y vemos la calidad que atesora. Venir aquí con la presión y se han sentido cómodos. Nos han exigido a nivel físico y se ha notado en el desgaste según pasaban los minutos. El equipo lo ha seguido intentando y ha habido jugadores sin fuerza, pero no porque estemos mal físicamente, si no porque no parábamos de apretar. El equipo seguía replegando y aunque no sea bonito para el aficionado desde el banquillo se valora y es de aplaudir porque es lo que ha permitido que no se pongan por delante y casi no hayan tenido ninguna ocasión de gol. Esa solidaridad colectiva nos ha dado tres puntos importantes”.
En algunos momentos ha habido pitos desde la grada, algo que el entrenador entiende porque “forma parte del aficionado que ve que son cosas sencillas en las que se fallan, pero necesitábamos el apoyo de la afición por todo el recorrido que traemos y porque era un partido importante para culminar esta dinámica de resultados positivos con una victoria en casa. Hemos vivido una primera parte de la temporada en la que jugábamos muy bien y perdíamos y podemos hablar de muchos casos. Ahora jugamos mal, pero ganamos. Nos adaptamos las circunstancias y más que a jugar bien le damos importancia a competir bien para sacar puntos porque era necesario. Si además se puede jugar bien, mejor. La gente lo quiere todo, pero es muy difícil. En este grupo hay muchos empates, todos les compiten a todos. Tenemos que darle el valor que tiene y entendemos que parte de la afición se frustre con los fallos individuales”.
Y el equipo siente esa presión porque “se van dando los minutos y no llega el gol. En la primera parte hemos tenido muchas oportunidades, no abres la lata y aparecen de nuevo los fantasmas. Parece que se va a escapar de nuevo la oportunidad de dar un salto importante en cuanto al objetivo. Tenemos una plantilla de jugadores jóvenes a los que les cuesta jugar con esa presión y que están en un proceso de aprendizaje. No es fácil para el grupo, nosotros desde dentro lo sabemos. Quizás no se le da el valor que le damos desde dentro porque a priori parecía fácil siendo el último de la clasificación. Esa presión dentro del grupo está y eso es positivo porque hace que sigas intentándolo y exigiéndote”.
Ahora mismo, los azulinos están más cerca del playoff que del descenso, aunque Pérez Herrera solo piensa en la permanencia: “Nos marcamos un objetivo de ir restando puntos y no pensar más allá. No queremos confundirnos y pensar en otros objetivos. Tenemos que ir sumando para conseguir la permanencia, que es por lo que tiene que luchar el club. Estar a cuatro partidos en una situación más o menos tranquila es importante”.