Ya sabemos la respuesta que vamos a obtener por parte de la Junta de Andalucía, asegura el diputado. La Consejería de Salud va a remitirse a los estudios parciales realizados con anterioridad, unos estudios que no reflejan la situación global de la comarca y la relación entre dolencias y patologías y sus posibles causas.
Y no exigimos nada imposible, prosigue Landaluce, porque existen ejemplos de otras zonas de la comunidad autónoma que sí se han visto beneficiadas por la elaboración de un Estudio Epidemiológico, como, por ejemplo, la capital onubense, que, con un polígono industrial similar al campogibraltareño, también reclamó la elaboración de un documento que relacionara o no la incidencia de enfermedades y la polución ambiental.
Gibraltar ha tomado la iniciativa, recuerda el diputado, y ha dado un paso con la presentación del estudio que el gobierno gibraltareño había encargado a una universidad danesa, un estudio que el ministro principal de la roca encargó ante la negativa de la Junta para asumir su responsabilidad en este asunto. Este documento refleja cierta “normalidad” en los niveles contaminantes, pero también deja entrever que, dentro de esa “normalidad”, sí hay niveles de ciertas enfermedades superiores a la media de otros países europeos.
Además del Partido Popular, explica Landaluce, grupos ecologistas y otros colectivos sociales han venido reclamando la elaboración de este estudio, así como el propio Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, que en 2009 aseguraba que “mantener las fábricas y una calidad ambiental y de salud es posible”.
Coincidimos plenamente con este último postulado, concluye el responsable popular, ya que sería una absoluta irresponsabilidad negar la dependencia económica existente entre el desarrollo económico y el empleo de la comarca y el polígono industrial del arco de la Bahía. Lejos de crear ningún tipo de alarmismo, desde el Partido Popular queremos saber a lo que nos podríamos enfrentar y cómo actuar en caso de necesidad, ya que estamos hablando de la salud de los ciudadanos, algo con lo que no se puede jugar.
