“¡Gracias, algecireños, por comprendernos y apoyarnos todos!”. Con estas palabras se dirigía ayer Eduardo Rodríguez, padre de Rosendo y José Ramón Rodríguez Romero, a las decenas de ciudadanos que quisieron rubricar, con su presencia y su firma, la solidaridad y el afecto a los familiares de las dos víctimas del accidente de circulación ocurrido en la carretera que va a Tarifa el pasado 16 de enero.
Al menos una cincuentena de personas, según la Policía Local, la mayoría procedentes de Barbate llegaron en los autobuses fletados por el Ayuntamiento de Barbate, para tomar parte en este acto de reivindicación. Algunos llegaron en sus coches particulares, como comentaba el padre de los dos jóvenes, que perdieron la vida con 30 y 34 años de edad dejándole dos nietos de tan sólo cuatro años.
La concentración, que tuvo lugar en la Plaza Alta a partir de las 19.00 horas, fue autorizada en días previos por la Subdelegación del Gobierno de la Junta con la intermediación del alcalde, Tomás Herrera. El primer edil tuvo la oportunidad, antes de la iniciativa, de recibir en Alcaldía a una de las hermanas de las víctimas, Francisca Rodríguez Romero, residente en Algeciras.
El itinerario inicial de la protesta, que partía de la plaza de España, en la Bajadilla, quedó reducido a este acto en la Plaza Alta, donde se ubicó un lugar donde se animaba a los vecinos a estampar sus firmas para pedir a la Justicia “la mayor dureza posible” contra J.C.S.L., de 41 años, el camionero que invadió el sentido contrario de la circulación en sentido Tarifa, concretamente en el kilómetro 94 de la carretera N-340, provocando la colisión que, casi de inmediato, segó las vidas de los jóvenes barbateños.
Justicia
Al grito de “¡queremos justicia!”, los familiares y allegados de las víctimas no podían reprimir el llanto mientras decenas de algecireños se acercaban curiosos para saber lo que estaba ocurriendo.
El padre de los fallecidos explicaba a los presentes la razón que les ha llevado a Algeciras: “Estamos aquí para pedir justicia porque, como consecuencia de algún tipo de error, a las 48 horas de su detención dejaron en la calle, con cargos, al culpable de la muerte de nuestros hijos”. Días después, se rectificó la decisión, y el titular del Juzgado de Instrucción número dos de Algeciras decretó el inmediato ingreso en prisión de J.C.S.L., que se hizo efectiva el pasado miércoles.
“Queremos que se tome consciencia del hecho que ha tenido lugar, y que esta persona no pueda acercarse a un camión el resto de su vida”, exclamaba este padre destrozado, aunque sereno, ante los ciudadanos algecireños. “Estamos todos destrozados: mi mujer, mis hijos, mis nueras, y mis nietos ahora se han quedado sin padre, los dos”, se lamentaba Eduardo Rodríguez.
El agradecimiento mostrado por la familia al pueblo de Algeciras quiso hacerlo extensivo el padre a las instituciones, empezando por el Ayuntamiento de Algeciras y el alcalde, a quien agradeció “que haya querido recibir a mi hija”, al tiempo que mencionó su intermediación para que la Subdelegación del Gobierno, en la persona del titular de esta institución autonómica, Rafael España, permitiese la concentración.
El sábado pasado, alrededor de un millar de barbateños, según el cuerpo municipal de esta localidad, tomaron parte en una manifestación por las calles de aquel municipio. La marcha comenzó en la plaza de la Inmaculada, a las 12.00 horas, y siguió por la avenida de la Mar, para concluir en la plaza del Faro, lugar donde se encuentra la sede de los juzgados de Barbate.
Una vez allí, se leyó un manifiesto en el que se pedía la entrada en prisión -entonces estaba en libertad- del camionero, y se mostraba la solidaridad de todo el pueblo con la familia.