La cobertura del Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE) de Jerez (con sede en calle Muro y en La Barca) favoreció el pasado año la creación en la ciudad de 126 nuevas empresas. En plena crisis económica y en plena sangría laboral estas cifras adquieren más mérito si cabe puesto que detrás de estos proyectos hay un total de 149 personas emprendedoras que pese a la adversa situación económica decide apostar por la economía local y “jugársela” para buscar un hueco en un mercado tan cotizado como el del trabajo en estos últimos años, posibilitando la creación de 161 puestos de empleo a partir de una inversión global de 1.320.361 euros.
Respecto a su forma jurídica, exceptuando ocho sociedades mercantiles, cuatro de economía social (cooperativas), y otros dos casos de otras formas jurídicas (sociedades civiles, comunidades de bienes, etc), la mayor parte de los jerezanos -112- que se animaron a dar este paso lo hicieron de forma individual, dándose de alta como autónomos. Siguiendo la tendencia de los últimos años, a la hora de hablar de actividades económicas, despunta con una amplia mayoría el de servicios con el 87,9% del total de empresas creadas en la provincia, seguido de la construcción, la industria, el sector de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y el sector primario(agricultura y pesca).
Además de estos datos citados exclusivamente locales, la Delegación territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta, en el marco de Andalucía Emprende, aporta también otras cifras importantes relativas a los otros cuatro puntos estratégicos con centros para apoyar a los emprendedores en los que se asienta la zona de Jerez: Bahía de Cádiz, Campo de Gibraltar, la sierra, la Junta, y Costa Noroeste, puesto que en total, incluyendo las de Jerez, el pasado año la iniciativa de 306 nuevos empresarios se tradujo en la puesta en marcha de 261 entidades y más de 300 puestos de trabajo a partir de una inversión de 3,1 millones.
Ya a nivel provincial, sumando la trayectoria de los 25 CADE, aumentan hasta 1.215 las nuevas empresas gestadas y 102 planes de desarrollo, lo que ha generado en su conjunto 1.628 nuevos puestos de trabajo.
Atendiendo a la edad, el perfil mayoritario de la nueva cantera de emprendedores responde a personas con edades comprendidas entre 25 y 40 años (60%), seguidos de mayores de 40 (30%) y menores de 25(10%). Por sexos, el 56% son hombres, y el 44% corresponde a mujeres emprendedoras, mientras que un 92% del trabajo creado fue por cuenta propia y un 8% por cuenta ajena.
Comparando con los datos del 2011, las cifras prácticamente se mantienen y aumentan muy ligeramente, puesto que en el ejercicio anterior el CADE propició que 124 empresas echaran a volar y se generaran 158 puestos de trabajos, unas cifras tanto las de este año como las del pasado muy por encima de las de 2010.
Las cifras hablan por sí solas y evidencian que el complicado contexto económico no tiene por qué estar reñido con las garantías de éxito que pueden esconderse detrás de cualquier proyecto empresarial. El proceso para dar los pasos con el “colchón” de los profesionales del CADE es sencillo y se acompaña siempre de un riesgo mínimo, lo cual es un aval importante para empezar a andar a juzgar por las herramientas y el asesoramiento personalizado que el CADE pone a disposición de los usuarios. De esta manera, además de estudiar el proyecto, que deberá ir acompañado de un plan de empresas, la mejor carta de presentación con la que los futuros empresarios podrán analizar las posibilidades que pueda tener en el mercado para hacerlo viable, ofrecen formación en gestión empresarial básica y avanzada. A ello hay que sumar la tutorización, otro factor clave que acompañara a los usuarios no sólo en la creación sino también en el desarrollo y en la fase de consolidación de empresas.
Al margen de las posibles subvenciones a las que puedan optar según el negocio, desde el CADE también ayudarán a los emprendedores en la búsqueda de vías de financiación. De igual manera, otro de los grandes reclamos es el alojamiento empresarial gratuito que el centro de apoyo pone a disposición de los usuarios. Además de poder desarrollar el proyecto junto a técnicos especializados en creación y gestión de empresas, los flamantes emprendedores tienen así más margen para dar los primeros pasos liberados de gastos como el pago de un alquiler de un local durante un año (módulos de oficina con material informático incluido) o naves industriales durante tres años.
“Hace falta creérselo más porque estamos muy bien valorados fuera”
Tras terminar sus estudios de Ingeniería Informática hace cinco años, Carlos Morillo decidió marcharse a Inglaterra con una beca Leonardo para poder estar con su novia, que iba allí a trabajar como asistente lingüística. Al final esa beca se convirtió en una colaboración con eHidra, una empresa de desarrollo de software informático, y a su vuelta en Jerez, este cordobés de 28 años se convirtió en el artífice de la delegación de esta empresa en Jerez. Para ello, recurrió a los servicios del CADE y en estos momentos se encuentra alojado en uno de los módulos de oficina. Su trabajo se enmarca principalmente en el comercio electrónico y marketing ofreciendo herramientas web de utilidad para las empresas que utilizan las denominadas redes de afiliados (affiliated Marketing). “Trabajo a través de internet, con lo que sólo he necesitado una tarifa plana y una mínima inversión para comprarme una pantalla de alta resolución de no más de 700 euros”, explica. También está dado de alta como autónomo. De momento, aunque tiene que ir cada cierto tiempo a Inglaterra, confía en poder tener “un pequeño equipo” de tres personas a medio plazo. Cansado del complejo de inferioridad hay en España por la falta de trabajo, hace un llamamiento: “Parece que lo de fuera es lo mejor y no lo es. Allí los universitarios españoles y griegos estamos muy bien valorados por nuestra cualificación. No hay que se de Oxford ni de Cambridge. Lo que hace falta es creérselo un poco más”, sentencia.
“Empecé de cero con una sociedad nueva y pedí ayuda al CADE”
Rubén González es el responsable de Arcosur Servicios para el Medioambiente S.L. Una consultora medioambiental que realiza estudios de flora y fauna, ecoturismo y planes y programas de recuperación y control de flora y fauna protegida, además de educación medioambiental y dinamización del entorno rural entre otros aspectos. Tiene una pequeña oficina abierta en Jerez, Granada y Barbate, ya que en estas dos últimas ciudades gestiona actividades para los centros de visitantes de los parques naturales tras ganar los dos concursos. Estuvo incubado en el CADE, experiencia que le ha aportado mucho por el “asesoramiento técnico y el apoyo tanto con equipamiento como con el personal”. A sus 36 años su caso es el mejor ejemplo de que quien la sigue la consigue ya que tras empezar a funcionar con su empresa en 2007 con otro socio, llegó un momento en que decidió seguir con su apuesta en solitario siempre partiendo del “mismo modelo empresarial” y fue entonces cuando decidió pedir ayuda al CADE.
“Decidí empezar desde cero en plena crisis, que no es fácil, crear una nueva sociedad y por ello recurrí a estos servicios. La inversión ha sido alta, de un mínimo de 10.000 euros, y a partir de ahí hay que tener paciencia porque al principio lo poco que ingresamos es para seguir invirtiendo pero hay que ser optimista”.