Las casualidades de la vida. David Vidal era uno de los integrantes de la última plantilla del Xerez Club Deportivo en Tercera División. De eso hace treinta y siete años. Hay que remontarse a la campaña 1976/77 para ver al Xerez en Tercera, categoría a la que ha caído en la que ha sido, tal vez, la semana más negra de su sexagenaria historia. González, García Cuervo y Vargas eran los porteros de aquella plantilla que técnicamente mandaba José María Negrillo y que contaba además con Julio, Piñero, Ravelo, Acuña, Chicha (el de El Cuervo no el actual miembro de la comisión deportiva azulina), Félix, Mariano, Juan Garrido, Ballesteros, Juan Sarmiento, Carbonell, David, que llegaba desde el Villarreal, Navarro, Remuzgo, Orife, Pedro Pajuelo, Pepín, Dieguito Garrido y Guevara.
Ahora David Vidal podía haber sido el entrenador del Xerez en Tercera, pero no ha querido, siendo uno de los capítulos de una semana que ha sido una novela por entregas.

martes
Tras un lunes sin noticias, el martes de desataron las alarmas. Lo que se prevía estaba a punto de llegar. El Córdoba anunciaba en su página oficial que su filial ascendía a Segunda B, según comunicación federativa. Incluso su presidente en la mañana del martes ingresaba los 300 mil euros necesarios para asegurarse la plaza. La RFEF no emitía noticia oficial, Villar no sabía no contestaba en Jaén; el Xerez decía que seguía siendo de Segunda B y, en un comunicado, se extrañaba del anuncio ofrecido por el equipo cordobesista. La tragedia ya se mascaba.

miércoles negro
A primeras horas del miércoles llegó lo que todo el mundo ya se esperaba. La RFE anunciaba el descenso administrativo del Xerez a Tercera.
“El Xerez CD SAD comunica que, tras haber recibido en el día de hoy por parte de la RFEF un fax en el que, se procede a adoptar la medida provisional consistente en el descenso de categoría del primer equipo a Tercera División, por el “presunto” incumplimiento de las obligaciones económicas contraídas con los futbolistas profesionales de la pasada temporada, este Club, inicia de manera inmediata las alegaciones oportunas para solicitar las medias cautelares de dicha decisión. De igual manera también se van a empezar a realizar los trámites necesarios para interponer las reclamaciones judiciales ordinarias contra la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) por las irregularidades cometidas por dichos organismos para con este club. Por último este club comienza desde este momento a realizar las actuaciones oportunas para la organización de la entidad en Tercera División hasta que el expediente quede resuelto”. Era el comunicado oficial del Xerez. En definitiva que el equipo estaba en Tercera.

adiós de vidal
El equipo en Tercera. Se suspendió el amistoso del miércoles en Conil y ya se anunciaba el adiós de David Vidal, aunque hubo que esperar a la jornada del jueves. Vidal se fue sin hacer ruido. Al igual que los Toni, Góngora, Hugo, Javi Casares, Adri Cuevas, José Vega o Poley que ya son historia en el club. Otros canteranos también comenzaban a desmarcarse. A nivel deportivo, a falta de quince días más o menos para comenzar la competición, el equipo se quedaba en cuadro. A pesar de todo desde el club se insistía en que el equipo iba a competir en Tercera. En San Juan, de San Juan de Aznalfarache sería su primer rival en la nueva categoría. Incluso para el viernes se anunciaba la apertura de una campaña de abonados con precios al 50 por ciento con respecto a la temporada en Segunda.

y llegó el vandalismo
La vida del club, más mal que bien, seguía con reglones torcidos, pero seguía. El viernes se aperturaba la campaña de abonados y Antonio Fernández y su esposa fueron los primeros en hacerse con el carnet. Lo hicieron antes de que una veintena de vándalos arrasasen, con palos, la sede del club. Destrozaron todo lo que encontraron en su camino. La campaña de abonados deberá esperar. Jesús Rueda, uno de los veteranos, por permanencia en su puesto laboral en la oficina, le pedía a Ricardo que se fuese del club. Las escenas de histeria se sucedían y mañana la sede social del club se va a llenar de partes de bajas de unos empleados que no quieren volver después de las escenas vividas el viernes pasado.