Hace un año, exactamente el pasado jueves 12 de septiembre, el Ayuntamiento hacía efectivo el ERE que enviaba al paro a 260 trabajadores municipales. Ese día, los incluidos en la ‘lista negra’ aprovechaban su última jornada de trabajo para despedirse de los compañeros y para volver a reivindicar su puesto participando en una quema colectiva de los documentos que acreditaban la extinción definitiva de sus contratos que regían su relación laboral con el Consistorio. Doce meses después, afectados por el expediente de regulación de empleo que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) declaró “no ajustado a derecho” han vuelto a dar muestra del sentido del humor, con una parodia que inevitablemente recordaba a una de las divertidas protestas del SIP en su etapa combativa tan añorada por muchos, aunque esta vez faltaban Pacheco, Pilar Sánchez y los palcos de Semana Santa.
El viernes tocaba inaugurar un nuevo vial, la calle Nuestra Señora de los Milagros -lo de milagros venía por las “hazañas” de la alcaldesa, y por supuesto al acto de inauguración no podían faltar María José García-Pelayo y parte de su equipo de Gobierno a los que los ex trabajadores municipales encarnaron con caretas y caracterizados para la ocasión. No faltaron pamelas, la cortinilla que cubría el nombre del nuevo vial, las copas y el vino para brindar y una ristra de chorizos como cinta inaugural que después fue ofrecida a los asistentes a modo de tapeo para celebrar la inauguración de la nueva calle ni, por supuesto, la bandera de España. El acto no tuvo desperdicio y en él incluso uno de los afectados enumeró los “milagros” de la alcaldesa en su gestión, jaleado por el resto de compañeros, para referirse a la privatización del agua, la subida de la tarifa y al propio ERE que ahorra está recurrido en el Supremo.
“NO OLVIDAMOS; NO PERDONAMOS”
Después de un año, los ya ex trabajadores del Ayuntamiento han dejado claro que “no olvidamos y no perdonamos” que el Gobierno local actuó “de mala fe” en la realización del ERE municipal al no aplicar los criterios de selección que constaban en el expediente y actuar en base a la “rumorología”, como posteriormente, afirman “fue probado en el juicio”. Han pasado 12 meses y ahora, echando la vista atrás, este colectivo advierte que la situación municipal “está aún peor” al dejarse de prestar servicios que a día de hoy, denuncian, “siguen cerrados; se sobrecarga y se presiona a los trabajadores que quedaron dentro, se siguen pagando horas extras y servicios extraordinarios; siguen sin pagar a tiempo a la plantilla...”
A la protesta, además de ex empleados municipales -siguen echándose de menos más caras hasta completar las 260 - asistieron representantes de todas las secciones sindicales, a excepción de CGT, así como los portavoces representantes de todos los partidos de la oposición. Tras haber agotado un año de paro, los trabajadores despedidos no pierden la esperanza en que en el Supremo “se haga nuevamente justicia” y el Alto Tribunal declare nulo el ERE tras el recurso presentado por ambas partes, los sindicatos, reclamando la nulidad, y el Ayuntamiento, que ya ha dicho abiertamente que volverá a hacer un ERE si la sentencia no es favorable. Mientras tanto, los sindicatos miran ahora a las empresas municipales, donde ya han empezado las conversaciones.
