Desde que empezó la crisis, la falta de trabajo y la asfixia económica a la que están sometidas muchas familias ha disparado las depresiones en todo el país. Los últimos datos vigentes son de 2012 y apuntan a un incremento del 11%, que va a más. A diferencia de lo que ocurría hasta 2008, las causas que motivan que las personas estén deprimidas y no levanten cabeza, como suele decirse vulgarmente, son exógenas, es decir, están motivadas por factores externos, como la falta de ingresos económicos, más que por cuestiones de nuestro organismo.
Así lo apunta José Ramón Pagés, coordinador de la Fundación ANAED (Asistencia Nacional de ayuda a los enfermos de depresión) con sede en Jerez y en Cádiz. El problema está en que la mayor parte de los afectados recurre al médico de cabecera en busca de ansiolíticos y no se pone en manos de un profesional de psicología o psiquiatría, lo que difícilmente va a contribuir a afrontar este problema y a mejorar la actitud para encontrar el trabajo que tanta falta hace.
El problema, como señala Pagés, que este martes imparte una charla a las 12.00 sobre la depresión en la Casa de las Mujeres, y el jueves un curso para cuidadores y familiares con otros compañeros, es que en pleno siglo XXI todavía no se ha “normalizado” esta dolencia. De estas y otras cuestiones hablará este experto a las personas que participen en estas acciones.