El director general del Consejo Regulador del Vino, César Saldaña, expresó ayer su inquietud ante la pérdida de poder adquisitivo de los británicos como consecuencia del Brexit, que podría traducirse en una reducción del consumo de aquellos productos prescindibles de la cesta de la compra.

Transcurrido ya más de un mes de la celebración del referéndum, Saldaña empieza a tener “claro” que los británicos “van a empobrecerse”, entre otras cosas por la devaluación de la moneda y el aumento de la presión fiscal. La primera de estas cuestiones va a producir un “encarecimiento” de los productos que Reino Unido importe de los países de la Unión Europea, como es el caso de los vinos del Marco de Jerez, algo que lógicamente “no es bueno”.

A esta circunstancia se sumará el anuncio ya realizado por las autoridades británicas de aumento de la presión fiscal, una medida que el director general del Consejo sospecha va a afectar en primer lugar a impuestos relacionados con el alcohol o el tabaco. Esta segunda cuestión afecta en menor medida al vino de Jerez, que está apostando ahora por vender productos “de más alta gama” en los que porcentualmente hablando un hipotético incremento de la presión fiscal tendría una menor importancia en relación con su precio final. Por tanto, y si bien el Consejo no es “excesivamente” negativo a la hora de analizar el impacto del Brexit en las ventas de jerez en Reino Unido, es evidente que no estamos ante “una buena noticia”.

El Consejo Regulador encuentra incluso un hecho “positivo” a la hora de analizar el Brexit, y es que ahora podrá optar a una serie de ayudas de la UE para la promoción del vino en países terceros. “Si el Reino Unido deja de pertenecer a la UE tendremos acceso a esas ayudas y eso nos interesa porque es el mercado en el que más dinero gastamos en este concepto”, apostilló Saldaña.

Una vendimia más corta

Por otra parte, el director general del Consejo confirmó que la próxima vendimia será algo más corta que la de 2015, con un descenso de la producción que se situará “entre el 10 y el 15 por ciento”. En cualquier caso, todo va a depender en buena medida del comportamiento del mes de agosto, que es el que “marca la tendencia” de la cosecha.

La vendimia viene “con un poco de retraso” con respecto al año pasado, cuando la recogida de uva para la elaboración de vinos amparados por las denominaciones de origen de Jerez comenzó el 14 de agosto. De este modo, “lo normal” sería que en esta ocasión esas labores comenzaran sobre el día 20. El mildiu, finalmente, apenas ha afectado al 8 por ciento de la superficie del viñedo, según las estimaciones del Consejo.