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Martes 05/11/2024
 

Jerez

“Esto es un infierno; tenemos miedo hasta de bajar la basura”

Los propietarios de residencial calipso denuncian la conflictividad que viven por las ocupaciones ilegales

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  • Carteles que avisan de un piso vacío -
  • Se han visto obligados a contratar a un conserje mientras que Emuvijesa ha recurrido a vigilantes de seguridad

De la impotencia al miedo, al estrés permanente de cuál será el nuevo episodio, siempre negativo, con el que le sorprenderán los ‘nuevos’ inquilinos de sus bloques. Así transcurre el día a día de los propietarios de la urbanización Calipso, una promoción de poco más de 200 viviendas VPO de Emuvijesa, exclusiva de compra venta y que en los últimos años se se está ocupando con alquileres sociales con opción a compra.
Los propietarios, unos 80 aproximadamente, tienen abiertos dos procedimientos legales contra el Ayuntamiento por la adjudicación de las viviendas y el cambio de régimen. Sin embargo, la problemática actual  ha relegado a un segundo plano este asunto judicial. Lo que más les preocupa ahora es la “conflictividad social” que ha desatado la ocupación ilegal de casi una decena de pisos desde el verano en adelante.

“Esto se está yendo de madre;

Desde entonces, los vecinos, que prefieren no identificarse por miedo a represalias, aseguran que están pasando por un auténtico calvario en el que temen por su integridad personal y la de sus hijos. “Temo hasta ir a tirar la basura. Con eso te lo digo todo. Mi familia no puede venir a mi casa a verme y los niños pequeños no pueden salir al patio porque se ponen a consumir alcohol delante de ellos. No pagan casas pero tienen unos cochazos a las puertas del bloque”, señala un afectado, que asegura que estas personas se han adueñado de la promoción.

En cualquier caso, las  circunstancias que narra este vecino pueden resultar incluso anecdóticas, nada más lejos de la realidad, si se compara con los episodios de inseguridad que han denunciado ante la Policía, y que ha obligado a Emuvijesa a contratar vigilancia privada y a ellos a pagar un conserje que también ha recibido amenazas, al igual  que el administrador de fincas, tal y como apuntan a este periódico.

“Esto se está yendo de madre. Aquí han llegado a entrar con machetes por un tema de ajuste de cuentas, sospechamos, y llegaron a equivocarse de vivienda, que no sé como la vecina se murió del susto. Han reventado contadores, quitan los fusibles de las viviendas, tienen enganchada la luz y el agua, están rompiendo rejas, ventanas, partiendo puertas, insultan al conserje”, se quejan otros residentes, a los que les llega a estresar más estar dentro de sus casas que en cualquier otro sitio. “Queremos que se refleje el miedo que tenemos los vecinos. En nuestro caso, si tienes un mal día de trabajo o un problema, no vas a llegar a casa y te vas a relajar sino que vas a tener más problemas. No estamos a gusto en nuestra propia casa”, advierte.

Les consta que Emuvijesa está reaccionando y ha llevado a los juzgados las ocho ocupaciones ilegales que asegura que hay en la promoción, pero los vecinos no tienen claro si es demasiado tarde. “Han tardado en reaccionar, lo están intentando enmendar, pero no deberíamos haber llegado a este extremo. Aquí tiran la basura desde la ventana, se pasan las llaves entre ellos y hay un caso de uno que ha tirado un tabique del piso de al lado desde dentro para mater a más gente y se ha hecho un adosado”, señala.
Se sienten atados de pies y manos porque si dependiera de ellos lo tienen claro: se mudarían a otra casa. Pero el régimen de protección pública les impide de momento esta opción. “Yo estoy dispuesto a perder dinero pero tienen que pasar 10 años para poderla vender y después hay que ver quién va a a querer vivir aquí después de cómo está la promoción”, indican.

Por su parte, desde la administración de la propiedad confirman a este medio la “multitud de quejas” que recibe de los vecinos por “comportamientos incívicos”.

Indignados con la acampada ocupa

La gota que ha colmado la paciencia de los vecinos ha sido la acampada que han iniciado dos inquilinos de la promoción que desde el verano tienen ocupadas las viviendas de manera irregular para protestar por la orden de desalojo que tienen que cumplir en menos de un mes tras denunciar su caso Emuvijesa.

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