Indignados e impotentes. Así es como se sienten los padres de 3º de Primaria del CEIP Antonio Machado, en San Joaquín, tras conocer las novedades para el nuevo curso tras la reunión on line con los tutores de sus hijos. Según denuncian, el problema es precisamente ese, la falta de novedades, dado que sus hijos seguirán en aulas de 25 alumnos “en unas clases superpequeñas”, ya que aseguran que no han podido habilitar otros espacios más amplios, y “lo mas irritante”es que por cada aula rotarán siete profesores, “que pasarán por todos los 3º y 4º del colegio”.
Haciendo cuentas, advierten estos padres, habrá 150 alumnos en contacto con esos siete profesores, sin contar con que la distancia de seguridad de 1,50 metros exigida brillará por su ausencia, a juzgar por esta denuncia. “La burbuja aquí explotó”, lamenta uno de los afectados, que teme que la falta de las llamadas burbujas escolares o grupos de convivencia acelere los contagios y obligue a los colegios a cerrar “a las primeras de cambio”. Las familias se aferran al protocolo antiCovid que la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha remitido a los centros educativos en el que señala expresamente “que el número de docentes que interviene en un grupo de enseñanza escolar deberá ser el menor posible”. (Página 11, 2.3).
Una recomendación que echan en falta en su centro y que mucho se temen que será la tónica habitual en otros tantos colegios y institutos de la ciudad, especialmente los que tengan más de dos líneas, como es su caso. Por esta razón, al término de la reunión un grupo de padres se organizó por redes sociales y WhatsApp para preparar un escrito -que remitirán a la dirección del centro educativo y a la Junta- alertando de la “inseguridad” que les produce esta situación y exigiendo garantías para cumplir los requisitos que exige la Administración andaluza. Consideran que en el colegio, que hace unos años fue objeto de unas obras de ampliación, pueden disponer de espacios como el gimnasio, la biblioteca o un aula de uso común que, en principio, quedan inoperativas al concentrarse la actividad en las clases, donde los alumnos también harán los desayunos para evitar entrar en contacto con más focos de infección en los patios. Estos últimos también se van a acotar para que los niños de distintos grupos no se mezclen.
“Todo esto último nos parece bien, pero también habría que minimizar el contacto de los niños con los profesores”, señalan. Un caso que no es aislado Por su parte, en el seno de la AMPA Campos de Castilla han declinado hacer declaraciones sobre la denuncia de este grupo de padres ante la “falta de información” de los detalles de esa reunión, y defienden el trabajo realizado por el equipo directivo del centro. Lo que sí han querido dejar claro desde la AMPA del CEIP Antonio Machado es que les consta que en este equipo directivo están “continuamente” actualizando el protocolo ante las instrucciones que la Junta va realizando, y que este tipo de situaciones no son aisladas a este centro, sino que se está dando en muchos colegios de Jerez, después de que “se quiera hacer responsables a los centros” de todo lo que conlleva organizar un curso después de seis meses sin clases por la pandemia del coronavirus.