Holcim ha trasladado al comité de empresa la posibilidad de reducir el número inicial de despidos directos en la fábrica de Jerez, que en principio iban a afectar a 59 trabajadores.
Esa reducción del número de despidos directos sería posible gracias a recolocaciones en la propia multinacional y a un incremento de la plantilla que quedaría en la estación de molienda.
Los representantes de los trabajadores no contemplan de momento esta posibilidad porque insisten en la idea de que el cese de la actividad carece de justificación.
Además, el comité ha lamentado que la propuesta de despido que se ofrece para la mayoría de los trabajadores se encuentra “muy por debajo” de las condiciones que se han venido planteando en el sector cementero.
Esas son las principales conclusiones a las que se han llegado tras dos nuevas jornadas de reuniones en Sevilla, habiendo quedado emplazadas las partes a un nuevo encuentro para el próximo martes 2 de marzo.
En esas sesiones, el comité ha planteado la posibilidad de que el horno pueda retomar la actividad en el supuesto hipotético de que se reactivara la producción, algo que parece no se encuentra en los planes de la compañía.
De hecho, los interlocutores del comité han admitido que si el horno no va a ser demolido en próximas fechas es porque la empresa carece de la capacidad financiera necesaria para acometer esa obra.
En paralelo a esta reunión, la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, ha remitido una carta a la dirección nacional de Holcim expresando su inquietud por la ausencia de avances en la negociación, instándole a “explorar todas las vías” a su alcance “para mantener el empleo”.
Sánchez ha insistido en la idea de “considerar las diferentes fórmulas” que han sido ofrecidas a la multinacional “para garantizar la carga productiva”, así como “las opciones que existen para diversificar la actividad” y siempre con el objetivo de descartar la ejecución del ERE.
La alcaldesa alude en su escrito a la oportunidad que representan sectores emergentes como el de la valorización energética de residuos, en consonancia con las directrices que marca Europa, que permitirían explorar nuevos nichos de mercado y abrir nuevas líneas de actividad para garantizar la viabilidad y continuidad de la planta.
Como se anunció recientemente, el Consistorio jerezano y otros ayuntamientos de la zona podrían demandar servicios de este tipo a la planta e incluso se puede dar la ocasión para que la compañía pueda alquilar sus instalaciones a otras empresas para realizar estos trabajos.
La alcaldesa de Jerez recuerda en su carta el potencial de dinamización económica y de empleo que tendrán los fondos Next Generation, que implican “un impulso decisivo” a las infraestructuras que se va a traducir en un incremento sustancial de la necesidad de cemento.