Obtenían los medicamentos no autorizados en países como China, Países Bajos, Reino Unido o Turquía y terminaban los productos en un laboratorio en Benalmádena
Una organización criminal dedicada supuestamente a la fabricación y al tráfico de sustancias dopantes a nivel nacional para deportistas ha sido desarticulada por la Policía y la Guardia Civil, operación que se ha saldado con la detención de siete personas en las provincias de Valencia, Málaga y Córdoba.
Los presuntos implicados llevaban varios años obteniendo los medicamentos no autorizados desde países como China, Países Bajos, Reino Unido o Turquía y luego terminaban los productos en un laboratorio clandestino instalado en un domicilio de Benalmádena, según ha informado la Policía en un comunicado.
A los arrestados se les investiga por los supuestos delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales.
En el operativo se han intervenido más de 125.000 dosis de diversos medicamentos no autorizados así como maquinaria, material para la fabricación y principios activos en bruto.
La investigación se inició en 2019 tras detectar envíos de principios activos de medicamentos que entraban en España desde China, Turquía o Bulgaria.
El estudio de estos envíos sacó a la luz varias vías de distribución de productos ya terminados, entre los que se encontraban diversos tipos de anabolizantes, esteroides, hormonas y medicamentos contra la disfunción eréctil.
Estos medicamentos eran distribuidos para su administración oral e inyectables.
En marzo de 2021, se detuvo a varias personas vinculadas al mundo del físico-culturismo y del análisis de la documentación intervenida se identificó a una persona que se presentaba como el representante de una marca de anabolizantes de gran calidad.
Tras las pesquisas se comprobó que el origen real de los productos era Benalmádena y en una operación conjunta de la Policía y Guardia Civil se detectó un ingente volumen de medicamentos ilegales y perjudiciales para la salud, incluso para las personas que los estaban fabricando y distribuyendo.
El laboratorio clandestino ubicado en Benalmádena carecía de medidas sanitarias o de control de esterilización y conservación, y en el mismo, entre otras cosas, se localizó una máquina de fabricación de comprimidos, así como diversos utensilios y dispositivos para la fabricación de cápsulas y relleno de viales para inyección.
Los investigados, como medida de seguridad, empleaban una tienda de venta de ropa virtualmente para justificar el gran volumen de comercialización y paquetería que movían.
No obstante, se les intervinieron 1.585 prendas de ropa falsificadas, por lo que también se les atribuye un delito contra la propiedad intelectual.
Los puntos de redistribución de los medicamentos estaban estratégicamente seleccionados y utilizaban negocios tapadera como tiendas de nutrición, clínicas veterinarias o gimnasios para enmascarar su actividad y contactar con potenciales clientes.
La operación policial se ha realizado en contacto permanente con la Agencia Española de la Salud en el Deporte (AEPSAD) y la Agencia Española del Medicamento y Producto Sanitario (AEMPS), así como con las autoridades autonómicas competentes.