Pablo Morales Martínez, que cumplirá la mayoría de edad el próximo 8 de julio, no se considera un empollón al uso ni un "bicho raro". Suele dedicar al estudio una media de cinco horas diarias y lo hace en casa, repasando en voz alta las asignaturas.
El alumno más brillante de la prueba de selectividad celebrada la semana pasda en Málaga es un lector voraz de libros cientíofico, sobre todo de matemáticas, una de las materias que más le apasionan y a la que piensa dedicarse también una vez que concluyan sus estudios de Bioquímica en la Universidad de Málaga.
Su deseo profesional sería dedicarse a la investigación. Eso será más adelante, porque hoy se considera un chico normal, que tiene ratos para estar con la familia o los amigos.. "Soy metódico y organizado, pero no un bicho raro", asegura.
En las pruebas de la semana pasada consiguió un 10 en casi todas las materias, pero al final se quedó en el 9,8. Ello, unido al 10 logrdo en el Bachillerato del Colegio Maristas de la capital le otorga un 13,925 sobre 14 en la nota de acceso a la Universidad.
