La octava jornada de la liga ACB se saldó para Unicaja con la victoria por 85-64 ante el Retabet Bilbao Basket en un partido donde el Carpena volvió a rugir inspirada por la entrega de Carlos Suárez.
Jamar Smith fue el encargado de estrenar el luminoso con una canasta tras jugada personal a falta de pocos segundos para el final de la primera posesión. Oliver Lafayette, en el quinteto inicial, sumó por parte cajista, mientras que Miha Lapornik y Sergio Llorente empataron para el Bilbao Basket.
Fueron los triple de Lafayette y Adam Waczynski los que empezaron a dar alas a los cajistas, las mismas con las que entró Viny Okouo que se estrenó con un ovacionado tapón.
De nuevo Smith, Jeff Brooks y Waczynski anotaron, todos los puntos llegaban por el lateral izquierdo del ataque cajista (18-10) donde los bloqueos directos y las continuaciones abiertas hicieron fluir su juego ofensivo cuya máxima diferencia la aportó Kyle Fogg (22-12). Borja Mendía acortó distancias para los visitantes con un triple y Llorente encestó el 24-20. El balón de Dejan Muslin no quiso entrar al final del cuarto ni ayudadodel palmeo de Waczynski.
En el arranque del segundo cuarto, Hervelle, Buva y Llorente adelantaron a los visitantes (24-26) ante un conjunto local que se quedó sin deas en ataque: con Fogg (17 puntos) y Alberto Díaz sin encontrar espacios para el pase. Fue el momento que eligió Plaza para dejar sin pívots al equipo tras cambiar a Brooks por Musli. Y surgió un nombre propio: Carlos Suárez, que con pundonor y lucha bajo los aros, reboteaba, anotaba y empataba. Su acción despertó al Carpena y volvió a enchufar al equipo (28-26).
Mumbrú (con 17 puntos y máximo anotador de su equipo) volvió a adelantar al Bilbao con un triple; pero Suárez, en estado de gracia, replicó desde la línea de 3,75. Fogg seguía a lo suyo y Mumbrú desde la línea de tres sumó para su equipo 33-36. Eran los instantes del intercambio de golpes, que pareció dar más fuerte Carlos Suárez que no cejó hasta volver a poner a Unicaja por delante: 43-42, al descanso.
La reanudación comenzó con la canasta del Bilbao y el balanceo en el marcador se inclinó hacia los visitantes (43-49). El primer local en anotar fue Okouo pasados tres minutos (45-48). Díaz con un triple logró poner la igualdad en el marcador y Waczynski en ataque, Lafayette en defensa, Okouo bajo los aros y Suárez robando y anotando (54-48, a falta de cinco minutos).
La comunión entre afición y equipo volvió a encarrilar a los de Plaza hacia el aro. Mumbrú mantuvo a su equipo a la zaga (59-50) hasta que la intensidad y el estado físico de Fogg, Smith y Suárez apagó a los visitantes tras los atronadores aplausos de la afición.
El último cuarto tuvo la nota negativa de la lesión de Suárez, pero el equipo bailó sobre el parquet siguiendo la melodía que tocaba la afición en un partido que sonó tal y como Joan Plaza quiso y con el que volvió la magia del baloncesto al Martín Carpena.