La Universidad de Málaga (UMA) ha presentado este lunes el 'Plan de Apoyo a personas refugiadas de la UMA y ONG', una iniciativa pionera en España al integrar medidas que favorecen la inclusión de este colectivo migrante en las universidades, trabajando e implicando de manera conjunta a las organizaciones no gubernamentales que están presentes en el día a día de la problemática que sufren estos ciudadanos.
La elaboración del plan es fruto de varios meses de trabajo en los que han colaborado tanto representantes de la institución docente malagueña como nueve ONG: Accem, Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Cruz Roja, Asociación Al-Quds de solidaridad con los pueblos del mundo árabe, Amnistía Internacional, Artenativa, Cooperación y Desarrollo con el norte de África (Codenaf), y Movimiento contra la Intolerancia y Prodiversa: Progreso y Diversidad.
El vicerrector de Estudiantes, Francisco Murillo, ha sido el encargado de presentar este lunes el plan en el rectorado, en un acto al que también han acudido representantes de varias asociaciones así como la directora de Secretariado para la admisión de estudiantes, Beatriz Lacomba y la responsable del Plan de Innovación Educativa (PIE) sobre los Derechos Humanos en la docencia y la investigación, Ana Jorge.
En la presentación, Murillo ha enmarcado el trabajo realizado en los últimos meses por la comisión mixta UMA-ONG en el "drama de dimensiones enormes" que vive Europa, convencido de que las generaciones venideras "nos pedirán explicaciones acerca del porqué de esta situación de los migrantes, que ha provocado, entre otras cifras, la muerte de más de 3.800 personas en 2016" y esperanzado en que esta iniciativa de Málaga "sirva para aliviar, en lo posible, algunos casos, y para poner en contacto a todas las universidades y propiciar un trabajo en común".
De ese modo, con la elaboración del Plan de Ayuda a personas refugiadas, la UMA afronta la política encomendada de atender las necesidades de la sociedad en la que se inserta.
El documento se enmarca en el protocolo de actuación de las universidades frente a situaciones de crisis humanitarias aprobado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) en 2006 y las medidas de ayuda a refugiados aprobadas por esta misma institución en septiembre de 2015. La novedad radica en el trabajo transversal y horizontal que la UMA ha desarrollado --y sigue haciéndolo-- con las organizaciones no gubernamentales que trabajan sobre el terreno con los afectados.
Por su parte, el plan se desarrolla en diez puntos fundamentales: la UMA dispone de un órgano competente que puede ser convocado con cierta urgencia frente a una situación catastrófica que genere una crisis humanitaria; establece circuitos y contactos necesarios con otras universidades para recabar información y evaluar actuaciones; existe libre disposición de recursos para ofrecer respuestas rápidas a situaciones de crisis universidades; y hay prioridad en la selección de los canales que hay que utilizar --vehicular la contribución universitarias a través de las ONG--.
Asimismo, este plan trata de aunar esfuerzos y acciones; informar y sensibilizar; establecer actuaciones de emergencia; desarrolla formación de expertos en ayuda humanitaria; la bolsa de voluntarios y, por último, la estructura de coordinación.
REALIDADES
Respecto a las actuaciones que ya se han llevado a cabo en estos meses de trabajo, destaca la matriculación en tres titulaciones --Turismo, Gestión y Administración Pública y Traducción e Interpretación-- de otros tantos estudiantes de origen ucraniano y sirio. Para ello, ha sido fundamental la colaboración de los centros de destino de estos nuevos alumnos. De igual forma, hay reservadas cinco plazas en la residencia universitaria Jiménez Fraud.
También se han cedido tres despachos del Pabellón de Gobierno Adjunto del campus El Ejido para que las organizaciones de ayuda trabajen en ellos. Asimismo, se han cedido aulas para cursos de español dirigidos a los migrantes, desplazados y refugiados; se ha modificado la normativa de becas de emergencia para atender a las personas en movimiento y se han intensificado las labores de formación y sensibilización a través de talleres y seminarios relacionados, entre otros temas, con los discursos de odio, las migraciones o la erradicación de las desigualdades.
Además, hay una bolsa de voluntariado plenamente activa, así como ciclos culturales como el Festival de Cine de Integración organizado por la organización La Guarimba y que, entre el 24 de noviembre y el 3 de diciembre, pondrá en marcha exposiciones, talleres, proyección de cortometrajes y conciertos, que tendrán lugar en La Casa Amarilla, el Espacio Cienfuegos o La Térmica.
Todas estas medidas están encaminadas a "limar", en lo posible, "la cruda realidad a la que se enfrentan cada día millones de personas". En ese sentido, según datos de Acnur, más de 65 millones han debido huir de sus hogares o se han convertido en desplazados internos por motivos económicos sólo en 2016.