El servicio de Inteligencia de Australia denuncia que el país oceánico afronta problemas de espionaje e interferencia extranjera "sin precedentes", sin concretar de qué países, en un contexto de creciente competencia con China en la estratégica y conflictiva región del Indopacífico.
El director general de la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO), Mike Burgess, señaló anoche en un discurso que "múltiples naciones" y "adversarios extranjeros sofisticados" están detrás de estas actividades.
"Más australianos están siendo objeto de espionaje e interferencia extranjera que en cualquier otro momento de la historia. Más servicios de inteligencia extranjeros hostiles, más espías, más objetivos, más daño, más investigaciones de la ASIO", subrayó Burgess, al mencionar que veteranos militares, jueces y periodistas, son algunos de los objetivos.
Burgess remarcó que, fruto de las investigaciones de la ASIO, la agencia ha detectado y desmantelado una importante red de espionaje, sin dar más detalles.
Además, ASIO ha identificado a "múltiples" espías de "múltiples" países, entre otros operativos realizados el año pasado, agregó.
El jefe de Inteligencia también afirmó que su entidad frustró los intentos de los servicios de inteligencia de dos países, que no identificó, para atacar físicamente a dos residentes australianos que eran críticos a sus regímenes.
Aunque la semana pasada, la ministra australiana del Interior, Claire O'Neil, acusó públicamente a Irán de espiar a un activista contrario a Teherán que vive en el país oceánico.
En los últimos años, el Gobierno de Australia ha aprobado varias leyes para bloquear la supuesta injerencia extranjera en la política y economía del país, y acusa a China de estar detrás de ataques informáticos contra universidades y entes gubernamentales y se sospecha que financió a algunos políticos.
Desde que llegó al poder en mayo de 2022, el primer ministro, Anthony Albanese, busca acercarse a Pekín, su principal socio comercial, y limar las numerosas asperezas entre ambas naciones, al tiempo que Camberra pretende mantener su influencia en las naciones insulares del Pacífico, aliados históricos del país oceánico, ante el empuje de Pekín en la estratégica región del Indopacífico.
Con el objetivo de contrarrestar la influencia de China, Australia firmó en septiembre de 2021 junto a Estados Unidos y Reino Unido el pacto de defensa AUKUS (por las siglas en inglés de estos tres países) y que incluye la adquisición de submarinos nucleares por parte de Camberra.