El acusado del tiroteo de enero de 2011 en Tucson en el que murieron seis personas y otras 13 resultaron heridas, entre ellas la congresista Gabrielle Giffords, se ha confesado este martes culpable de 19 cargos, poco después de que un juez le haya declarado mentalmente sano.
La declaración de culpabilidad se produjo durante una vista celebrada en un tribunal federal de Tucson y en la que el juez Larry Burns decretó que el sospechoso, Jared Loughner, de 23 años, puede ser sometido a un juicio.
Loughner ha permanecido en el psiquiátrico de una hospital penitenciario de Missouri desde que un juez declaró en mayo de 2011 que su estado mental impedía su comparecencia en un proceso al uso. Dicha resolución tomó como bases las conclusiones de dos expertos que diagnosticaron esquizofrenia, delirios y otros desórdenes a Loughner.
Las autoridades vinculaban al detenido con 49 cargos, incluido homicidio en primer grado. La culpabilidad que ha confesado este martes contrasta con la declaración presentada en su nombre el año pasado y en la que Loughner se desmarcó de las acusaciones, aunque este nuevo paso podría evitarle ser condenado a muerte.
Giffords, miembro del Partido Demócrata, participaba en un mitin político en un supermercado de Tucson cuando se produjeron los disparos. La congresista dimitió de su cargo en enero para centrarse en su recuperación y su puesto lo ocupa desde junio su antiguo asesor Ron Barber, herido en el tiroteo.