La CIA ha comenzado a reunir datos de Inteligencia sobre radicales islamistas presentes en Siria de cara a la posibilidad de ejecutar ataques con 'drones' (aviones no tripulados) en el futuro en caso de que caiga el Gobierno de Bashar al Assad y supongan una amenaza para los intereses de Washington en la región, según ha informado el diario 'Los Angeles Times'.
La publicación, que cita a funcionarios estadounidenses sin especificar, ha indicado que el Centro Antiterrorista de la CIA, que dirige los programas de operaciones con aeronaves no tripuladas contra la insurgencia en Pakistán y Yemen, ha instado a varios de sus oficiales a mejorar la recopilación de información sobre extremistas en Siria.
Estos oficiales han conformado una unidad que está monitorizando los operativos de Al Qaeda y a sus combatientes en Irak. Las autoridades estadounidenses creen que algunos de estos grupos se han infiltrado en Siria para combatir al lado de las milicias islamistas radicales que combaten contra las fuerzas de seguridad del país.
Asimismo, ha agregado que el presidente estadounidense, Barack Obama, no ha autorizado el uso de 'drones' para atacar las posiciones de estas fuerzas en Siria y que esta opción aún no ha sido considerada.
Estos esfuerzos por parte de la CIA están destinados a permitir a Washington tomar decisiones de carácter letal o no letal en caso de que el país árabe se convirtiera en un refugio seguro para estos insurgentes si cayera el Ejecutivo de Al Assad.
El plan forma parte del conjunto de planes de contingencia preparados por la CIA y el Pentágono ante el incremento de los combates en el país. Entre otras opciones, se contempla la destrucción de los arsenales químicos del Gobierno --que ha negado tener armas de este tipo-- para evitar que caigan en manos no deseadas.
Asimismo, 'Los Angeles Times' ha destacado que, pese a que la CIA no ha desplegado muchos operativos en la zona, sí hay oficiales de los servicios de espionaje que trabajan de cerca con Turquía y Jordania y que se reúnen con líderes rebeldes en ambos países.
EL FRENTE AL NUSRA
Esta respuesta de Washington llega ante los temores expresados por parte de Occidente y sus aliados en la región ante el creciente peso de las milicias extremistas, especialmente el Frente al Nusra, en el marco del conflicto.
En este sentido, la Administración Obama se ha mostrado reacia a entregar directamente armamento a las fuerzas rebeldes por temor a que sea canalizado hacia grupos como el Frente al Nusra, que cuenta en la actualidad con una gran potencia de fuego, y se vuelva contra sus intereses.
El Frente al Nusra --incluido por Washington en su lista de organizaciones terroristas por sus lazos con Al Qaeda-- nació en 2011, al calor de las protestas contra el presidente sirio y se manifestó por primera vez el 23 de enero de 2012 a través de un comunicado del que entonces era su líder, Abu Mohamed al Julani, en el que hizo un llamamiento a la "guerra santa" contra el Gobierno sirio.
El grupo está liderado desde diciembre por el jordano Mustafá Abdelatif Salé, cuñado del fallecido jefe y fundador de Al Qaeda en Irak (AQI), Abu Musab Zarqawi, que murió en 2006 en un ataque ejecutado por un avión estadounidense.
Naciones Unidas calcula que desde marzo de 2011, cuando comenzó el levantamiento popular contra el Gobierno de Bashar al Assad, unas 70.000 personas han muerto a causa de los combates entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes.
El Gobierno atribuye gran parte de las víctimas a los grupos terroristas que actúan en el país árabe --según ha denunciado insistentemente-- con la financiación y el apoyo material de Arabia Saudí, Qatar y Turquía, entre otros.