Nuevos convoyes de ayuda llegaron hoy a las localidades sitiadas sirias de Madaya, Fua y Kefraya, donde hay unas 60.000 personas atrapadas en riesgo de morir de hambre después de varios meses de asedio.
El portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Siria, Pawel Krzysiek, precisó a Efe que un total de 44 camiones llegaron a Madaya, situada al noroeste de Damasco, mientras que otros 17 accedieron a Fua y Kefraya, en la provincia septentrional de Idleb.
"La ayuda que transportan es sobre todo harina para repartir entre la población", indicó la fuente, que agregó que posiblemente se organice un tercer envío para el próximo domingo.
Este es el segundo cargamento que entra esta semana en esas tres ciudades sirias, después del organizado el pasado lunes por el CICR, la ONU y la Media Luna Roja Siria.
La portavoz para Oriente Medio del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, Abeer Etefa, detalló a Efe que el convoy de hoy llevó 120 toneladas de harina de trigo a Madaya y 60 toneladas a Fua y Kefraya.
Etefa destacó que en la primera caravana humanitaria de hace tres días se introdujo más variedad de alimentos como botes de judías, arroz, pasta de tomate o bulgur (grano de trigo partido), así como medicinas, mantas y productos básicos.
Otra de las organizaciones que toman parte en el convoy, la Media Luna Roja Siria, subrayó hoy en su cuenta de Twitter que unos 200 voluntarios colaboraron en la entrega de la asistencia humanitaria.
Por el momento se desconoce cuándo se producirá la evacuación de más de 400 enfermos de Madaya que necesitan atención médica urgente.
Según Médicos Sin Fronteras (MSF), al menos 28 personas han muerto de hambre desde el pasado 1 de diciembre en el hospital de la urbe, que recibe apoyo de esta ONG.
El jefe humanitario de la ONU, Stephen O'Brien, advirtió recientemente de que cientos de personas debían ser evacuadas inmediatamente de Madaya para recibir atención médica o, de lo contrario, podrían fallecer.
Madaya sufre el asedio del régimen sirio y de su aliado, el grupo chií Hizbulá, desde julio pasado, mientras que Fua y Kefraya, de mayoría chií, también llevan cercadas desde hace meses por el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda.
El CICR calcula que puede haber unas 40.000 personas atrapadas en Madaya y unas 20.000 en total en los dos pueblos de predominio chií.
En la última semana, las imágenes de adultos y menores desnutridos difundidas por activistas en Madaya han tenido una gran repercusión mediática dentro y fuera de Siria.
Tanto es así que numerosas organizaciones internacionales han multiplicado sus llamamientos para que se ponga fin a todos los asedios en el país árabe y el lunes el Consejo de Seguridad de la ONU celebró una reunión a puerta cerrada para abordar la situación en Madaya.
Además, la oposición siria ha sumado a sus demandas para sentarse a negociar con el régimen en la conferencia de Ginebra, cuyo inicio está previsto el próximo 25 de enero, que se acabe con los cercos a zonas y ciudades.
El líder opositor Jaled Joya, presidente de la principal alianza política de la oposición, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), manifestó hoy en un comunicado su disposición a acudir a la reunión en la ciudad suiza "si se adoptan pasos para crear un ambiente propicio" para el diálogo.
Joya aclaró que esas medidas deben ser el fin de los asedios a localidades y de los bombardeos por parte del régimen con barriles de explosivos.
No obstante, las autoridades sirias y sus aliados no son los únicos que imponen cercos a poblaciones y áreas, porque pueblos de mayoría chií como Fua y Kefraya o Nubul y Al Zahra, estos dos últimos en el norte de la provincia de Alepo, sufren el asedio del Frente al Nusra y otros grupos.
Ayer se cumplió un año del comienzo del sitio a los barrios en manos del régimen en la ciudad de Deir al Zur, en el noreste del país, que está rodeados por combatientes de la organización terrorista Estado Islámico.
La ONU estima que 4,5 millones de sirios residen en zonas de difícil acceso, de los que 400.000 viven en áreas asediadas