A pesar de todo el ruido, este Gobierno está llevando a cabo el trabajo", afirma la primera ministra en el tabloide "Sunday Express"
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, reitera en dos artículos publicados en la prensa que los críticos con el "brexit" no lograrán hacerlo "descarrilar" y afronta con optimismo la siguiente fase de las negociaciones con Bruselas.
"A pesar de todo el ruido, este Gobierno está llevando a cabo el trabajo", afirma la primera ministra en el tabloide "Sunday Express" cuatro días después de que un grupo de diputados de su formación se rebelaron para forzar que el Parlamento pueda votar el futuro acuerdo de salida de la Unión Europea.
"No nos harán descarrilar de nuestro deber fundamental de cumplir con la voluntad democrática del pueblo británico", indica May en un artículo en "The Telegraph" en el que alerta que hay quienes "quieren menospreciar al Reino Unido".
La jefa de Gobierno resalta en ambos periódicos que el visto bueno de Bruselas para pasar a la siguiente fase de las negociaciones sobre el "brexit", en la que se abordará la futura relación entre ambos lados del Canal de la Mancha, supone un "punto de inflexión" en el proceso de salida de la UE.
"Miramos adelante con optimismo, en un momento en el que estamos construyendo un 'brexit' suave y ordenado, al tiempo que retomamos el control de nuestras fronteras, nuestro dinero y nuestras leyes", argumenta.
May asegura en el "Sunday Express" que el diálogo para establecer un periodo de transición tras la ruptura con el bloque comunitario, que se producirá previsiblemente el 29 de marzo de 2019, comenzará "de inmediato".
Ese periodo, que durará unos dos años, "dará a millones de familias y empresas el tiempo y la certidumbre que necesitan para preparase para los cambios que requerirá nuestra futura relación con la UE", indica la primera ministra.
Diversas voces en el partido conservador han criticado en los últimos días la posibilidad de que el Reino Unido esté obligado durante esa transición a cumplir las leyes comunitarias, sobre las que ya no tendrá capacidad de decisión.
En ese sentido, el ministro británico de Exteriores, Boris Johnson, resaltó hoy que el futuro acuerdo comercial entre Londres y Bruselas deberá otorgar al Reino Unido la capacidad para diverger de las normas de la UE, para evitar convertirse en un "Estado vasallo" de Bruselas.
En una entrevista con "The Sunday Times", Johnson argumentó que el Gobierno debe tratar de "maximizar los beneficios del 'brexit'" y formar una relación con la UE que permita al Reino Unido negociar "acuerdos de libre comercio convenientes" con terceros países.
"Lo que tenemos que hacer es algo nuevo y ambicioso, que permita el comercio sin fricciones y cero aranceles pero, al mismo tiempo, nos asegure la importante libertad de decidir nuestro marco legal", afirmó el ministro de Exteriores.