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Sábado 30/11/2024
 

Provincia de Cádiz

La necesidad aprieta más en la provincia por la crisis del coronavirus

Se dispara la demanda de los bancos de alimentos en Cádiz. La Red Andaluza contra la Pobreza alerta: “El virus entiende de clases, aumentarán las desigualdades”

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  • Voluntarias clasifican esta semana la ropa donada para personas sin hogar en Cádiz. -
  • Quienes viven en precario en la provincia, de actividades de la economía informal, “ya están pasando hambre”

Poco más de dos semanas de confinamiento han bastado para que la demanda de los dos bancos de alimentos de la provincia se haya disparado. Lo confirman sus máximos responsables en Cádiz, Salud González, y en el Campo de Gibraltar, José Serrano, quienes han tenido que suspender las campañas previstas de recogida en supermercados previstas para finales de marzo por la alerta sanitaria, pero mantienen la distribución y siguen abiertos a la solidaridad.

En Cádiz, Salud González explica que el Banco de Alimentos ha cancelado las acciones formativas y de inserción laboral, y han concentrado esfuerzos en el reparto de comida y en la recogida de donaciones. La entidad trabaja en un sistema telemático para facilitar los ingresos. Toda ayuda es poca para atender a las más de 23.000 personas y 140 entidades a las que dan servicio. Actualmente disponen de unos 50.000 kilos pendientes del Fondo Europeo de Ayuda a Desfavorecidos (FEAD) y otros 50.000 en stock “que se que se van gastando rápidamente dada la critica situación”.

José Serrano explica, por su parte, que le han llamado directamente pidiendo ayuda. “El Banco de Alimentos no atiende particulares”, explica, así que, “sí, hay necesidad”, confirma. En las próximas fechas repartirán el 20% que les queda de los 300.000 kilos recibidos en septiembre del FEAD entre 12.000 usuarios y 50 instituciones de la comarca. El problema se agravará si el encierro se alarga y, muy especialmente, el día después.

“¿Qué va a pasar con la Unión Europea? ¿Nos van a seguir enviando alimentos como hasta ahora?”, se pregunta Salud González, al tiempo que admite que afronta el futuro con “total incertidumbre”. La crisis económica derivada del colapso sanitario por el coronavirus perjudicará especialmente a Cádiz y a Andalucía. Nadie lo duda.

La provincia contaba antes de que se declarara el estado de alarma y la denominada “hibernación” de la práctica totalidad de la actividad con más de un 30% de demandantes de empleo sin firmar un contrato en los dos últimos años, según el informe sobre el mercado laboral de CCOO. La tasa de paro en el cuarto trimestre de 2019, por su parte, es de las más altas de España, un 24,7%, y con un diferencial de más de 11 puntos por encima de la media del país. Además, el 57% de asalariados gaditanos vive con sueldo bajos o muy bajos, por debajo de los 12.000 euros anuales, según la Agencia Tributaria, con datos de 2017.

Es mentira que el virus no entienda de clases, por supuesto que entiende”, sostiene Juan Luis Delcán, presidente de la Red Andaluza de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social. “Quienes estaban en una situación más desprotegida terminarán muy mal, tardarán mucho, si es que lo consiguen, en recuperar lo que tenían”, agrega.

Delcán advierte de que “desde la última crisis económica, de la que no hemos salido, las desigualdades han ido aumentando progresivamente y se pronunciará aún más en los próximos meses”. “Quienes viven en precario, de actividades de la economía informal (en Cádiz la economía sumergida representa un 26,5%), ya están pasando hambre, y el hambre solo trae desesperación, violencia y pequeña delincuencia”, remarca.

Por ello, considera vital reclamar “la implicación directa de los gobiernos en las medidas que tienen que ver con la satisfacción de las necesidades básicas”. Entre algunas propuestas, apunta  “redoblar esfuerzos y agudizar el ingenio para facilitar el acceso a la vivienda de gente en situación o riesgo de exclusiónm con pisos compartidos, viviendas tuteladas o viviendas sociales; o poner en marcha empresas de inserción, “pensadas para crear puestos de trabajo y no necesariamente para ganar dinero”.

Y remarca que hay que prestar atención a los “asentamientos segregados y barrios altamente vulnerable”. Al respecto, el Gobierno se comprometió a movilizar fondos. “El dinero debe llegar ya a los ayuntamientos”, reclama. Finalmente, plantea que “hay que empezar a reconstruir sin olvidarnos de los más desprotegidos. Es esencial”.

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