Apuñalada por su expareja que continúa detenido en dependencias policiales, y han pedido combatir con más contundencia esta lacra
Vecinos, sindicatos y representantes de diferentes administraciones han vuelto a condenar hoy en diferentes concentraciones la muerte ayer de una vecina de Maracena (Granada) apuñalada por su expareja que continúa detenido en dependencias policiales, y han pedido combatir con más contundencia esta lacra.
La plaza del Carmen de Maracena ha reunido hoy a vecinos, amigos y representantes de diferentes administraciones que han guardado un minuto de silencio para recordar a Nuria, la vecina de 39 años que murió ayer apuñalada presuntamente por su expareja.
El alcalde de Maracena, Noel López; la subdelegada del Gobierno, Inmaculada López Calahorro; el presidente de la Diputación, José Entrena; y la delegada del Gobierno andaluz en Granada, Sandra García, entre otros, han acompañado a los amigos de la víctima.
La concentración de Maracena ha recordado además a las otras tres víctimas de la violencia de género registradas ayer, una mujer en Bilbao y dos menores en Castellón, y ha reclamado actuar con más contundencia contra esta lacra que el alcalde del municipio ha considerado "terrorismo del siglo XXI".
"Hay que acorralar a los que se atreven a levantar la mano para imponer su criterio", ha explicado Noel López, que ha considerado que es hora de tomar medidas más contundentes.
La corporación municipal de Granada también ha guardado un minuto de silencio para condenar este asesinato, el quinto de violencia de género en la provincia de este año.
Una concentración similar se ha repetido en la sede de CCOO y UGT, que han pedido que se intensifique la lucha contra esta lacra con recursos y presupuesto para mujeres y menores víctimas y que se cumpla el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
El suceso tuvo lugar sobre las 10.20 horas de ayer en el domicilio que compartían la víctima y su presunto asesino en el barrio de Villasol, donde fue detenido el presunto autor de los hechos, que pasará mañana a disposición judicial según han informado a Efe fuentes de la Guardia Civil.
La pareja convivía en el domicilio conyugal junto al hijo de 11 años que tienen en común pese a que desde hacía dos años atravesaban por un proceso de separación que se había cerrado precisamente la tarde antes de los hechos con la sentencia sobre el acuerdo de separación al que habían llegado.
A la Guardia Civil no le constan denuncias previas por violencia de género entre la pareja y la víctima tampoco era usuaria del centro municipal de atención a la mujer, aunque acudió al Instituto Andaluz de la Mujer para anunciar que atravesaba un "divorcio conflictivo" y fue derivada al servicio correspondiente.
Sí llegó a denunciar a su marido en 2016 ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada pero, según han informado a Efe fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el caso se archivó porque al parecer la víctima retiró finalmente la denuncia.
También llegó a celebrarse un juicio el pasado mes de mayo contra el presunto agresor por un delito leve de vejaciones hacia ella del que salió absuelto, según las fuentes.
La familia mantiene que la víctima sufrió maltrato, especialmente psicológico, desde que iniciaron, hace dos años, el proceso de separación, y lamentan que, pese a que puso su situación en conocimiento oficial, no recibió a su juicio la ayuda adecuada.