La paralización total de la actividad de la construcción decretada por el Gobierno para hacer frente a la crisis sanitaria del coronavirus que provoca la enfermedad Covid-19 afecta a las obras del Maristán, el antiguo hospital nazarí del siglo XIV, cuya empresa adjudicataria había propuesto la tramitación de un expediente de paralización temporal de los trabajos, en virtud de las medidas que estaban contempladas tras la declaración del estado de alarma.
Este expediente estaba pendiente de la aprobación del promotor, en este caso el Patronato de la Alhambra y el Generalife, según fuentes consultadas en la dirección del proyecto, la cual trabajó a principios de la semana pasada en la protección de las estructuras, entre otros trámites pendientes, de tal modo que en los últimos días ya no se ha trabajado en estas obras del barrio histórico del Albaicín.
El Patronato de la Alhambra y el Generalife, dependiente de la Junta de Andalucía, dio comienzo a principios de febrero a las obras de consolidación y restauración del Maristán, que ahora quedan definitivamente paralizadas tras el Real Decreto-ley de 29 de marzo, que es "concluyente" en este sentido, según las fuentes consultadas.
Otro enclave patrimonial afectado por la suspensión de la actividad decretada en el sector de la construcción es la Catedral de Granada, cuyas obras en su archivo están paradas ya desde el pasado jueves, también tras la implementación de las pertinentes medidas de seguridad.
En el caso del Maristán, las obras se adjudicaron por más de 1,2 millones de euros y con un plazo previsto de 18 meses. La propuesta arquitectónica elaborada, que está siendo ejecutada por la empresa Cyra Construcción y Restauración y dirigida por el autor del proyecto, Pedro Salmerón, responde a una metodología basada en el estudio profundo de las fuentes documentales, la valoración integrada de la información emanada de las campañas arqueológicas y las directrices establecidas por el Patronato de la Alhambra y Generalife.
Así, además de eliminar la sobrecubierta instalada en 1988 y la estructura de acero que la sustenta, el proyecto incluye la
consolidación y restauración de los restos emergentes del pabellón (muros, pilares, pinturas murales, pavimentos) para hacer visible la configuración original del edificio, abierto hacia un patio interior con corredores, galerías y habitaciones distribuidas en torno a este.
También se recuperarán los restos del primer tramo de alberca y los espacios de circulación que la envuelven para contextualizar el pabellón sur en esta misma fase de la intervención y se restablecerá la funcionalidad estructural de los elementos originales localizados en el pabellón sur, como medio necesario para su estabilización y conservación.