Charles Burns vuelve a sorprender a propios y extraños con su nuevo cómic, Tóxico, una obra realizada en color.
Cuando ya nos había acostumbrado al delicioso toque del blanco y negro, Charles Burns vuelve a sorprender a propios y extraños con su nuevo cómic, Tóxico, una obra realizada en color y plagada de guiños a dos de los grandes referentes del dibujante estadounidense: Hergé y William Burroughs.
“Quería contar una historia personal sobre un momento muy específico de mi vida, cuando estaba involucrado en la música punk-rock y vivía en San Francisco, allá por 1977-78. Ahí se encuentran los orígenes de esta historia”, afirma Burns (Washington, 1955).
El autor plantea un sutil juego de contrastes en las viñetas de Tóxico, donde los planos real y onírico se solapan a cada instante para recomponer el puzzle vital de Doug, un joven que trata de desengancharse de las drogas mientras supera una ruptura sentimental.
“Creo que mi enfoque psicológico ha cambiado mucho con el paso de los años”.