El Nobel de Literatura presenta en una exposición su faceta de coleccionista.
El primer Premio Nobel de Literatura africano, Wole Soyinka, eludió este viernes en Avilés hablar de los problemas de África, y en concreto de la crisis humanitaria de Somalia porque, afirmó, prefiere enseñar “la riqueza de la cultura del continente y lo positivo”.
“No soy de Somalia, aunque conozco los problemas, pero no quiero hablar ahora mismo de las dificultades que hay en África, sino las facetas positivas que tiene la cultura del continente, no de la tristeza y las malas noticias”, puntualizó el premio Nobel.
Soyinka protagoniza este fin de semana en el Centro Niemeyer de Avilés una serie de actos y exposiciones que buscan acercar al público asistente la cultura de su conteniente natal.
Este dramaturgo, poeta, novelista, catedrático, actor, político y editor, se convirtió en 1986 en el primer africano en recibir el Premio Nobel de Literatura y se incorporó en 2008 la Fundación Oscar Niemeyer con la intención de aportar lo mejor de la cultura africana, en todas sus manifestaciones.
La intención del Nobel de Literatura es celebrar anualmente ciclos y actividades como la que ayer dio comienzo. En esta ocasión, el autor ha vuelto al Niemeyer con su faceta de coleccionista, con una muestra, Máscaras y miniaturas. Colección personal de Wole Soyinka, “con piezas muy especiales” con la que pretende “abrir una pequeña ventana a una de las muchas culturas africanas”, la nigeriana.