El concejal del grupo municipal socialista, Juan Carlos González, ha lamentado esta semana el “caos en el tráfico” en algunas zonas de la ciudad provocado, a su juicio, por la falta de planificación “más que evidente” del equipo de Gobierno en cuanto a las obras que se están ejecutando en diversos puntos de Ronda.
El edil ha insistido en que “Ronda se ha convertido en las últimas semanas en una ciudad intransitable, no sólo para los vehículos, sino también para los peatones”. A modo de ejemplo, ha hecho referencia a la coincidencia del corte de la calle Guadalcobacín con el cambio de sentido de la calle Dolores Ibárruri o la obra en el acerado de la calle Fernando de los Ríos, algo que, ha considerado, “está teniendo unas consecuencias terribles para todos aquellos que se tienen que desplazar hacia los centros educativos, las instalaciones deportivas o los comercios de El Fuerte”.
En este sentido, ha lamentado la saturación circulatoria y los accesos al polígono industrial, y el consiguiente perjuicio para vehículos, peatones y empresas instaladas en la zona, insistiendo en que “se están dando situaciones incluso peligrosas en diversos puntos”, habilitando un camino para que las personas puedan cruzar la vía férrea desde la calle Guadalcobacín hasta la avenida Victoria, pero inhabilitando el paso de peatones que había en el citado lugar “haciendo que los peatones crucen sin la debida seguridad”.
En cuanto a Dolores Ibárruri, ha expuesto que las obras han implicado el aumento del tráfico “en una calle complicada para los peatones, en su mayoría estudiantes, ya que varios tramos, incluido el puente sobre la vía, no tienen acerado”.
El edil socialista ha señalado como “otro lugar conflictivo” la calle Fernando de los Ríos, donde las obras que se están ejecutando en el acerado ocupan el lugar destinado a los autobuses escolares, sin que éstos cuenten con una zona habilitada para la carga y descarga de los alumnos de los institutos.
En definitiva, el grupo municipal socialista solicita al equipo de Gobierno “planificación y escucha activa”, en el primer caso, “para buscar la mejor manera de que el Ayuntamiento no sea un problema para los ciudadanos, y que se genere el menor número de molestias posible”, y en el segundo, “para dejarse guiar por quienes pueden verse afectados por esta situación”, como la Policía Local, los profesionales de los transportes, las Ampas o las direcciones de los centros educativos.
