Rafael Flores, como concejal de Medio Ambiente de Ronda, ha dado a conocer la ordenanza municipal para la garantía de la convivencia ciudadana y de la protección de los espacios públicos, que pretende poner control al bando de ruidos. La primera ordenanza de esta legislatura viene motivada por el aumento de vida en la calle en los meses de verano y que incluyen varios puntos:
-Se prohíbe dejar en patios, terrazas, galerías y balcones u otros espacios abiertos, animales domésticos que con sus sonidos, cantos, ladridos y otras actividades perturben el descanso de los vecinos.
-En la vía pública y otras zonas de concurrencia pública no se pueden realizar actividades como cantar, gritar, hacer funcionar aparatos de radio, televisores, instrumentos musicales y otros análogos por encima de los límites del respeto mutuo.
-Los espectáculos, las actividades de ocio, recreativas y esporádicas realizadas en la vía pública o en espacios privados quedan sometidos a la obtención de la autorización municipal. El Ayuntamiento determinará el nivel sonoro máximo, así como, el horario de inicio y fin de la actividad.
-Los conductores y ocupantes de vehículos se abstendrán de poner a elevada potencia los aparatos de radio cuando circulen o estén estacionados con las ventanillas bajadas.
-Queda prohibido portar mechas encendidas y disparar petardos, cohetes, toda clase de artículos pirotécnicos que puedan producir ruidos o incendios sin autorización previa de la Administración Municipal.
En la rueda de prensa, se ha indicado que los ruidos impiden el descanso a muchas personas, como pueden ser la música en barbacoas, en coches, o el simple reparto del butano. Por ello, el horario de trabajo cuando no se limita tanto el control será de lunes a sábado de 7 horas a 22 horas, excepto festivos. Desde dicha hora hasta las 8 de la mañana, el ruido interior en las casas será mínimo.
Flores ha indicado que las limitaciones son pautas de las que cada uno tenemos que concienciarnos y que van a ser exigentes en la aplicación. Si alguien tiene que realizar algún trabajo fuera del horario establecido, tendrá que contar con la autorización municipal. Para quién no lo cumpla, el castigo será una multa, cuya cuantía está aún por decidir desde el consistorio.
