La parroquia del Santo Cristo ha reabierto esta mañana sus puertas al culto público, después de varios meses de obras para mejora de las instalaciones, que han pasado por una nueva pavimentación del templo, soterramiento del cableado de luz y sonido, impermeabilización del techo, nuevo mobiliario de la sacristía y modificación en los laterales del templo para el acceso a la capilla del sagrario o para la capilla donde se ubican los confesionarios y donde también es lugar habitual de los titulares de Afligidos, que serán trasladados el próximo sábado 2 de noviembre, a partir de las 18.00 horas a la parroquia, desde la capilla de la Vera-Cruz, donde se encuentran desde finales del mes de junio.
El párroco del Santo Cristo, el Padre Rafael Pinto Vega, aspergió con agua bendita el templo y los fieles, como signo de purificación. No se trataba de la bendición o consagración del templo, sino de purificar todo lo nuevo que se había realizado.
Tras una procesión de entrada, la cruz parroquial, ciriales y evangelio entraron en el templo, y tras ellos los fieles con el coro. Por último, el celebrante que de esta forma daba inicio a la misa parroquial en la festividad de Cristo Rey, como fin del tiempo ordinario que da paso al adviento.
