San Fernando vivió un Martes Santo espléndido en la climatología, que propició que miles de personas se echaran  para ver el discurrir de las hermandades de Prendimiento, Huerto y Caridad.      

Las inmediaciones de la iglesia de San José Artesano se llenaron de público bajo un sol que apuntaba a la salida de la hermandad del Prendimiento. No había grandes estrenos , ya que la cofradía fija su objetivo en la mejora del almacén, para poder proteger el paso en sus primeros dorados. El paso del Prendimiento, obra de Manuel Guzmán Fernández, procesionó con el sello característico del mecido de su cuadrilla de hermanos.      

Era primera vez que se podía escuchar a la agrupación Lágrimas de Dolores y a la banda de música San José Artesano en la Semana Santa 2019, acompañando al misterio y al paso de palio de la Virgen del Buen Fin.

El itinerario de la cofradía resulta largo al mantener el paso ante el antiguo convento de las Capuchinas, aunque el público sigue buscándola en ese punto del itinerario, al igual que para ver su paso por el Paseo Virgen del Buen Fin, en el Parque Almirante Laulhé abarrotado de público.

Su recogida fue multitudinaria para ver los dos pasos subiendo juntos y em paralelo la calle Doctor Revuelta Soba.

 

El Huerto de nuevo, pero esta vez con Gracia y Esperanza Coronada La Pastora abría las puertas del templo por segundo día consecutivo para la salida de la cofradía del Huerto, que lo hacía con el estreno de los broches de las caídas del paso como estreno, pero también era novedad ver al Señor del Huerto con el mantolín bordado por el taller Virgen del Carmen que estrenó en el Vía Crucis diocesano de Cádiz y que se pudo ver en las calles de San Fernando.

El paso de misterio de la hermandad del Huerto estuvo acompañado nuevamente por la agrupación musical Fuensanta de Morón de la Frontera, mientras que el paso de palio estuvo acompañado por  la banda de música Fernando Guerrero, de Los Palacios y Villafranca.

La Virgen de Gracia y Esperanza Coronada llevó sobre su pecho la medalla de la ciudad de San Fernando que le fue entregada en 2017 a la hermandad, y la cruz del beato Marcelo Spínola. Su paso por la calle Ancha ya de recogida, fue uno de los momentos más destacados.

Caridad, el señorío de lo bien hecho  

La tercera de las hermandades en salir a la calle era Caridad, demostrando su señorío. La cofradía estrenó dos capillas lateral realizada por el taller de los Hermanos Delgado, lo que completa todas las capillas de este portentoso paso.

La banda Maestro Agripino Lozano acompañó el único paso de la cofradía de la castrense de San Francisco, con un repertorio propicio para el momento.

La hermandad afrontaba una tarde diferente, con la novedad que suponía dejar de pasar por la calle San Marcos y subir la calle Héroes del Baleares para buscar la calle Comedias pasando por la calle Menorca y callejeando por el barrio. La Virgen de la Caridad estrenó un corazón plateado con nácar que donó el grupo joven y que a partir de ahora lo lucirá la Virgen de la Caridad en su altar de diario.

Una cuadrilla de la JCC portó el paso de la Caridad, al igual que otras  dos a los dos pasos del Huerto. Fue un Martes Santo de un clima propicio para las salidas, con mucho público en las calles y donde los barrios del Parque, la Pastora y San Francisco, fueron protagonistas. Hubo momentos intensos donde la fe popular pudo apreciarse junto con las saetas que surgían desde el calor popular.

Las tres cofradías hicieron grande el Martes Santo, que sigue creciendo patrimonialmente, aunque le quedan algunos años para terminar el dorado del paso del Prendimiento, el de Caridad y para ver a Gracia y Esperanza Coronada en un nuevo palio. Todas cumplieron horario.