La delegada de Juventud, Úrsula Ruíz, fue la encarga de dar la bienvenida a la ciudad a los jóvenes integrantes de la Ruta Quetzal 2012 encabezados por su director Miguel de la Quadra-Salcedo. El lugar escogido por la organización para mostrar la importancia histórica de la ciudada fue el Real Teatro de las Cortes. Allí esperaban a los expedicionarios, además de los tenientes de alcalde Daniel Nieto, Mª José de Alba, Manuel C. Raposo, Pascual Junquera y la edil Mª José Moreno, los miembros de la Guardia Salinera que ambientaron con su presencia el reciento.
Úrsula Ruíz agradeció que la Ruta Quetzal hubiese recalado en La Isla durante la presente edición. “Os hemos abierto las puertas de nuestra joya más preciada, del lugar que más identifica el carácter no sólo del isleño sino también de toda nuestra nación, de España. Aquí en este Real Teatro de las Cortes comenzó a forjarse la historia reciente de España hace ya 202 años, cuando representantes de todo el territorio nacional incluidos de aquellos países a los que muchos de vosotros representáis, decidieron que había que cambiar la entonces estructura del Estado”, recordó a los jóvenes que llenaban el recinto.
Tras sus palabras fue el historiador local Jaime Aragón quien ofreció una amena explicación sobre el lugar que ocupa en la historia los hechos acontecidos en ese escenario respondiendo a demás a las dudas que surgían entre los chavales.
Por su parte la Guardia Salinera entregó a cada joven un diploma conmemorativo de su paso por La Isla y entre la organización y el Ayuntamiento también hubo un intercambio de presentes.
Finalmente, mientras un grupo continuaba ahondando sobre la historia acontecida en el Real Teatro de las Cortes, otros iniciaron su visita a la Iglesia Mayor y, un tercer grupo, al Panteón de Marinos Ilustres.
Como dato curioso, Miguel de la Quadra-Salcedo, dijo conocer el paradero y también al propietario de la espada que perteneció a Agustín de Argüelles, uno de los diputados más insignes que participaron en la redacción de Constitución de 1812, y se comprometió para que esta pueda exhibirse de manera permanente en La Isla.