El concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de San Fernando, Manuel Raposo, ha dejado entrever la posibilidad de que el Gobierno local se “invente” una tasa para que los ciudadanos sean los que paguen el tratamiento de los residuos urbanos. Fundamenta su sospecha en el hecho que en el Presupuesto Municipal de 2016 no aparece una partida específica para este apartado, cuando en años anteriores sí que la había y superaba el millón de euros.
"Falta la liquidación anterior y nadie firma la partida que se destina a Esisa"El pago de dicha cantidad es necesaria para que los camiones de recogida de residuos urbanos puedan acceder a depositarlos a las plantas que existen a nivel provincial.
Esta es una de las alegaciones que la formación popular ha presentado al Presupuesto Municipal de 2016, cuyo plazo de alegaciones se cierra este dos de junio.
También se ha alegado, según Raposo, que su elaboración y aprobación no se ha ajustado a los trámites legales establecidos, puesto que “falta la liquidación del ejercicio anterior y también no consta el órgano competente que debe firmar el presupuesto destinado a la Empresa de Suelo Isleña”.
Por otro lado, y referente al Capítulo 2 sobre gastos comunes, el PP reclama que no se recogen las medidas de contención necesarias para hacer frente al Plan de Ajuste, añadiendo Raposo que “se omiten los créditos necesarios gastos como puedan ser las indemnizaciones por sentencias o los intereses de demora por el impago de facturas a los proveedores”.
Entre otras alegaciones de la formación popular se encuentran que el documento no se haya negociado con los sindicatos; que se hayan dado presupuestos nominativos a unas entidades culturales y a otras no “sin dar explicaciones”; los 35.000 euros aprobados para el proyecto de la Asociación de Mariscadores Nuestra Señora del Carmen; que no haya dinero para el proyecto del Museo de Camarón; que se haya modificado la posibilidad de hacer las contrataciones por parte de la Oficina de Contratación para hacerlo a través de las distintas concejalías; o que no haya memoria explicativa sobre las inversiones y los créditos que se van a solicitar para acometerlas.
