Cientos de isleños se agolparon en la jornada de este lunes en la plaza del Rey y la tiñeron de azul para vivir con emoción, alegría y muchos cánticos el regreso del San Fernando CD a la Segunda División B. En un acto perfectamente organizado por el Ayuntamiento con escenario de luces, speaker y animación musical incluida, la afición cañaílla espero paciente la llegada del autobús de los jugadores y de los familiares, que se retrasó más de lo previsto ya que la fiesta comenzó en el estadio de Bahía Sur.
Los dos autobuses partieron pasadas las 21.15 horas del estadio y llegaron a la céntrica plaza isleña pasadas las nueve y media de la noche donde la fiesta se prolongó por espacio de más de una hora.
La afición vibró y cantó a medida que los grandes protagonistas del éxito iban desfilando por la escalera de autobús y pasando entre la gente hasta alcanzar el escenario.
Una vez ya arriba del escenario, el speaker se encargó de ir nombrando uno por uno a los jugadores, miembros del cuerpo técnico, directivos, colaboradores que han aportado su importante granito de arena al regreso a Segunda B dos temporadas más tarde.
Fue entonces cuando se desató la locura y en el caso del técnico, Antonio Méndez, el segundo entrenador, Nono Olvera, y el director deportivo, Canito, fueron manteados por los componentes de la plantilla.
Tras los parlamentos de rigor y la petición de muchos de los jugadores de la continuidad de algunos compañeros, como es el caso de Carlitos, pero con más insistencia si cabe aún la del presidente, Daniel Luna. El máximo mandatario azulino estuvo sopesando durante toda la jornada de este lunes la posibilidad de volver a presentarse, pero al cerrarse el plazo de candidaturas a las doce de la noche de este lunes y no contar ni tan siquiera un grupo directivo con el que trabajar ha declinado la balanza para que no siga al frente de la entidad la próxima temporada. Incluso los propios jugadores iniciaron en el estadio una campaña de recogida de firmas para hacerle recapacitar en su postura y que siguiese al frente de la entidad cañaílla.
Uno de los momentos cumbres de la noche llegó cuando el capitán, Ñoño, acompañado de Sergio Castillo y Amarito, se subió a lo más alto del caballo de Varela para colocarle la bandera de la entidad azulina en lo más alto. La fiesta iba a más con el correspondiente lanzamiento de agua al público asistente, el encendido de bengalas por parte de algunos jugadores, etc.
Caída de Ceballos
Sin embargo, la jornada festiva tuvo su momento amargo cuando Sergio Ceballos al bajarse de la fuente resbaló y fue a golpear con la cabeza con la zona adoquinada que rodea la fuente. En un principio perdió la conciencia y el impacto le provocó una importante brecha. La situación se llegó a tornar incluso dramática con miembros de la plantilla echándose las manos a la cabeza. Poco a poco fue recobrando el conocimiento y la movilidad hasta la llegada de la ambulancia. Al parecer, se montó por su propio pie en la camilla e incluso algunos jugadores señalaban a esta medio que iba hasta sonriendo. Habrá que esperar para saber cuál es la evolución del bravo lateral derecho.
El incidente enturbió en parte el final de la celebración, en la que los jugadores volvieron a subirse al escenario y al ritmo de la música fueron despidiendo una jornada mágica en la que La Isla respiró azulino por los cuatro costados con el ascenso de su equipo a Segunda B.