El PP pedirá al Gobierno local que acometa de manera urgente un plan de choque de rehabilitación y mantenimiento del Campo Municipal de la Bazán ante el ostensible deterioro del mismo por falta de cuidado por parte del Ayuntamiento. Así lo ha anunciado este miércoles la concejala popular Carmen Roa, quien ha considerado que, además, se debe aprobar de forma consensuada con los usuarios de las instalaciones un plan de usos que facilite un mayor aprovechamiento del espacio.

Roa ha confiado en que la iniciativa, que se debatirá en el Pleno municipal de este jueves, cuente con el apoyo de todos los grupos políticos y ha remarcado que el PP la defiende porque así lo han demandado los isleños que cada día utilizan el campo por espacio de ocho horas, desde las tres de la tarde a las once de la noche.

“Las quejas por el abandono del mantenimiento de las instalaciones son cada vez más frecuentes”, ha precisado, y ha remarcado que “la falta de mantenimiento contrasta con el uso que hacen de las instalaciones un numerosísimo grupo de deportistas y equipos isleños que se ven perjudicados”. De hecho, en las últimas semanas se han producido lesiones por el lamentable estado en el que se encuentra el césped.

Roa ha señalado que las deficiencias son ostensibles en todo el equipamiento, que presenta una deficiente iluminación, tiene el marcador fuera de servicio y que sufre además la falta de limpieza. Así lo pudieron comprobar este lunes en una visita con el portavoz municipal del PP, José Loaiza, y el concejal Daniel Nieto, ha explicado.

Asimismo, ha señalado que el Gobierno municipal se comprometió públicamente a la ejecución de una profunda remodelación y modernización del campo de deportes que hoy es “otro incumplimiento más de los socialistas y andalucistas”. Roa ha recordado que la promesa de Patricia Cavada y Fran Romero contemplaba, entre otras cosas, de la ampliación del graderío y mejoras en la cubierta y la construcción de un edificio con sótano de aparcamiento, bajo comercial, oficinas y viviendas.

“La realidad –ha concluido- es que los deportistas y los espectadores demanda al menos un mantenimiento adecuado de las instalaciones que de no producirse puede provocar un deterioro irreparable”.