"Lo que tarda tanto en llegar es igual que si no hubiera llegado, peor incluso, porque el cumplimiento a destiempo de lo que tanto se deseó acaba teniendo un reverso de sarcasmo". Antonio M Molina, Úbeda 1956.
La Andalucía cuyo día se celebra este próximo martes 28 son muchas en una, cruzada desde Ayamonte a Vera, Aracena a Roquetas de Mar, los Pedroches a Barbate. Enorme, casi tanto como Portugal, azul, verde, de colores, de quejío sentido y arte, de tradiciones arraigadas, de cultura vieja; de gente mezclada, dócil ante tanta conquista recibida a través de milenios, entregada por costumbre sin demasiada resistencia, que se siente tan suya como de todas partes, del norte y del sur, del agua y del monte. También prisionera de sí misma, tan irascible ante la ofensa como olvidadiza en la perseverancia que requiere la exigencia.
Deudas. Cuando Andalucía accede a la Autonomía en 1982 establece en su Estatuto en una disposición adicional que debe converger con el Estado y que, para ello, los déficits que presenta en materias como educación, sanidad y vivienda, competencias que pasarían a ser de la Junta, debían ser costeados por el Estado para que los andaluces contaran con los mismos niveles en equipamientos y en infraestructuras de las referidas materias que el resto de la nación; mismos ratios de escuelas y aulas por alumnos, camas hospitalarias por habitantes... Hasta 2009, nada menos que 27 años después, no se cuantificó; antes los gobiernos de González y Aznar habían dado dinero a cuenta sin estar la deuda histórica cuantificada -420 millones de euros-. Griñán y Zapatero cerraron tanto el acuerdo, la cantidad, cifrada en 1.204 millones de euros, como la forma de pago: 784 millones en solares propiedad del Estado en las provincias de Almería, Cádiz, Granada, Jaén y Sevilla, y la Sociedad AGESA, que gestionaba los activos de la Expo 92 en La Cartuja con varios pabellones España, como los de prensa o navegación. Los solares que pasaron a poder de la Junta en 2009, con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, ahora no tiene el valor al que fueron tasados y algunos se han convertido en un problema para el gobierno andaluz, solo el edificio de Correos en Málaga le ha supuesto un desembolso de IBI de más de medio millón de euros. Por tanto, esa deuda histórica de la que tanto se habló se ha saldado sin casi beneficio alguno para una comunidad que, dicho sea de paso, tampoco se ha sentido especialmente herida por semejante agravio, uno más, y habría que ver cómo otras batallarían ante semejante atropello.
Hay otras demandas históricas, sobre todo referentes a la falta de unión de la comunidad; la A92, prevista para estar operativa para 1992, no se concluyó como hoy se conoce hasta el 2002 y aún hoy falta el acceso norte de Almería por Viator. La autovía del Mediterráneo, que estaba prevista concluirla en los tramos de Andalucía a mediados de los 2000, hasta 2015 no vio completado los tramos entre Granada y Málaga. La autovía del Olivar, de Estepa a Úbeda, de los 190 km solo tiene acabados la mitad, el resto está en estudio, anteproyecto o paralizado. Las obras del AVE a Granada, paralizadas, y esto hace que Granada lleve sin tren casi dos años. El AVE a Almería, parado, y la inversión de 500 millones de euros en túneles, enterrada; al sellarlos y taponarlos ADIF en 2014 por no contar con más inversión para acabarlo están siendo desvalijados. La brecha entre las dos andalucías hace que las provincias orientales sientan cada vez más desapego a la Junta y a Sevilla por lo que significan para ellos de centralismo pernicioso.
Claro que se ha avanzado durante estos años, mucho de hecho. Muchos fondos europeos invertidos y es indudable de cómo Andalucía ha mejorado sus infraestructuras, pero es sorprende que con el vasto territorio que se sitúa bajo el cielo andaluz y con la indudable posición estratégica geográfica que posee arroje, a día de hoy, los peores índices en desarrollo, productividad, empleo, educación y, ahora, sanidad, balances de los cuales son responsables tanto los ininterrumpidos gobiernos del PSOE durante casi 40 años, con luz, como, también, los del PP en Madrid; también ese carácter indolente del andaluz, educado convenientemente en la servidumbre. Una encuesta que se publica este fin de semana refleja, entre otras muchas cosas, que los andaluces se sienten solo españoles en un 1,43%; más españoles que andaluces en un 10,04; tan andaluces como españoles en un 55,17; más andaluces que españoles en un 29,58 y solo andaluces en un 3,78. La provincia con más sentimiento andaluz es Jaén seguida por Granada y Huelva, mientras que los gaditanos se sienten tan andaluces como españoles en un 51,20% y más andaluces que españoles en un 28,96.
Premios. La Junta concede las tradicionales Medallas de Andalucía e Hijos Predilectos en solemne acto a celebrar en el Teatro de la Maestranza y donde lo más florido del ambiente se dará, un año más, cita. De todos, la distinción a Paco Cepero resulta de lo más sobresaliente por cuento sus acordes han puesto sonoridad al paisaje andaluz durante una muy exitosa trayectoria. La presidente Díaz, tal vez para contrarrestar la brillantez en la elección del guitarrista jerezano, concede otra al director de El País, Antonio Caño, que además de ser jiennense de nacimiento es quien en 2015 desmanteló la edición del citado diario en Andalucía despidiendo a todos sus periodistas, en la mayoría de los casos profesionales de enorme valía. Ese ha sido el gran logro con respecto a Andalucía de Caño, que no ejerce de andaluz; quizás pese para su distinción la campaña nacional que acometió su diario contra Pedro Sánchez y es de imaginar que con el distintivo se le anime para acompasar un futuro editorial adecuado a la inminente cruzada nacional de Díaz. Resulta lastimoso para tantos periodistas andaluces que a diario salen a la calle a buscar historias para contarlas y que, parece, tienen el desmérito de ejercer de tales en el anonimato. Sobre los premiados, Jiménez Barrios, vicepresidente de la Junta, destacó que representan "lo mejor de Andalucía" en una edición "especial" dado que acaban de cumplirse diez años de la aprobación en referéndum del vigente Estatuto de Autonomía.
Con respecto a eso, la Junta cifra esta nueva deuda histórica con el Estado en 2.298 millones al incumplirse el Estatuto según establece la disposición adicional tercera mediante la cual la inversión de la administración central debe ser equivalente al peso de la población andaluza -veremos si se tardan otros 27 años en pagarla y, también, si lo hacen en solares...-. Del texto aprobado entonces se han producido incumplimientos en el desarrollo de Andalucía como nacionalidad histórica, referente a su peso político e identidad andaluza; en medidas sociales como empleo, renta social, vivienda; en financiación y desarrollo de competencias, como la gestión del Guadalquivir. Y un eje fundamental para el día a día de los municipios andaluces: los incumplimientos en la financiación de los ayuntamientos para cumplir sus competencias en base a los principios de autonomía y suficiencia financiera -el fondo de participación de las entidades locales en los tributos de la comunidad autónoma, Patrica, lleva dos años congelado-.
Trappist-1. Es un astro del tamaño de Júpiter en Acuario, con tan solo un ocho por ciento de la masa del Sol, alrededor del cual orbitan tres planetas similares a la Tierra con grandes posibilidades de contener agua y, por tanto, vida. "La pregunta de si estamos solos en el universo se resolverá en las próximas décadas", concluye un científico de la NASA sobre este importante descubrimiento. Está a 40 años luz. Distancia similar a la que nos separa a los andaluces de celebrar un día sin tanta reivindicación pendiente y en el cual, un año más y por una sola jornada, veremos enarbolar a destajo la blanca y verde que distingue a una tierra tan genial como dispersa.
Bomarzo
