Ya está mucho mejor pero el defensa sevillano Jesús Muñoz se llevó un gran susto hasta el punto que tuvo que pasar por el quirófano en el Hospital Virgen del Rocío de la capital hispalense. El jugador del Atlético Sanluqueño padeció una apendicitis que le provocó una perforación.
El zaguero, que es natural de Écija, recuerda que “dos días después de enfrentarme a La Roda en El Palmar me dolía el estómago. Esas molestias se me fueron al lado derecho. Fui al Hospital de Sanlúcar y me dijeron que no tenía nada, que eran gases. Al día siguiente me fui a Écija y me comunicaron lo mismo. Decidí acudir a la Ciudad Deportiva del Betis y me mandaron a un urólogo y fue en una clínica privada donde me detectaron que tenía apendicitis. Era operarse ya porque tenía una perforación”.
Respira cuando resalta que “ya está todo controlado. Todo ha quedado en un susto y ya estoy más relajado. He estado muy dolorido y se agradece las muchas llamadas que he recibido, sobre todo porque se hace pesado estar 24 horas al día en una habitación. Me mandaron una dieta blanda y es que no me podía ni reír”.
Lamenta que “todo esto me ha ocurrido cuando estaba en mi mejor momento de la temporada y cuando los resultados estaban siendo positivos. Lo que quiero es recuperarme lo más pronto posible y estar con el equipo”.
Del próximo encuentra señala que “si me encuentro bien iré este domingo a El Palmar para presenciar el encuentro ante La Hoya Lorca, aunque sea para animar al equipo desde la grada”.
Jesús Muñoz ha sido uno de los jugadores más destacados en la reacción del equipo.