El Sevilla alarga su legado en la Europa League tras conseguirla por séptima vez. El conjunto sevillista sufrió como nunca, estuvo cerca de caer, pero sigue siendo el rey. Otra vez remontando, y otra vez en la tanda de penaltis, se proclamó campeón de su torneo favorito. Gonzalo Montiel marcó el gol de la victoria para el Mundial de Argentina y lo hizo para lograr la séptima Europa League del Sevilla.
Por todo el sufrimiento de este año, por los que no están o lo están pasando mal y por lo que supone este torneo para la entidad, el Sevilla la quería más que nadie. Ha dejado en el camino a colosos de nuestro continente hasta llegar a la final, donde tuvo que vaciarse para lograr llevarse la copa de vuelta a Nervión.
La victoria redondea una temporada que empezó siendo un desastre y acaba siendo histórica. El Sevilla vuelve a conseguir la Europa League, tiene siete, y el que más cerca le sigue con tres. El reinado de este club es casi inalcanzable.
Durante los casi 150 minutos de partido tuvo que sufrir como nunca lo ha hecho en este torneo. El conjunto sevillista no estuvo cómodo en el césped y la Roma fue capaz de adelantarse. Golpeó primero y durante muchos minutos mantuvo noqueado a su rival.
En la segunda parte el equipo se recompuso y logró empatar. El Sevilla se volcó sobre la portería rival hasta provocar el tanto en propia puerta de Mancini.
Con el empate el partido se convirtió en una batalla en la que los jugadores de ambos se equipo se vaciaron y fueron cayendo. Los hombres de Mendilibar tuvieron que emplearse a fondo en tareas defensivas y tuvieron la suerte de que Anthony Taylor no quiso pitar penalti en contra en alguna ocasión en la que pudo haberlo hecho.
El partido se fue a los penaltis, donde Bono se volvió a alzar como el salvador de los suyos. Sus paradas y el acierto de los lanzadores del Sevilla le dieron la séptima Europa League al club. El último penalti fue para Gonzalo Montiel, que tuvo que tirar dos veces. Falló en la primera ocasión pero tuvo una segunda oportunidad por fallo del portero de la Roma, que se adelantó. A la segunda no perdonó.
La historia pesa en esta competición. Es muy difícil tumbar a un club como el Sevilla después de lo que ha demostrado en la Europa League. El imperio de Roma ya calló una vez, y en Budapest, el imperio sevillista hizo más grande su legado negando al conjunto italiano su primer gran título europeo.
- Ficha técnica:
1 - Sevilla: Bono; Jesús Navas (Montiel, m.95), Gudelj (Marcao, m.128), Badé, Alex Telles (Rekik, m.95); Fernando (Jordán, m.128), Rakitic; Ocampos, Óliver Torres (Suso, m.46), Bryan Gil (Lamela, m.46); En-Nesyri.
1 - Roma: Rui Patricio; Smalling, Mancini, Ibáñez; Çelik (Zalewski, m.91), Matic (Bove, m.120), Cristante, Spinazzola (Diego Llorente, m.106); Pellegrini (El Shaarawy, m.106); Dybala (Wijnaldum, m.68), Abraham (Belloti, m.75).
Goles: 0-1, M.34: Dybala. 1-1, M.55: Mancini, en propia puerta.
Tanda de penaltis: 1-0, Ocampos (gol). 1-1, Cristante (gol). 2-1, Lamela (gol). 2-1, Mancini (para Bono). 3-1, Rakitic (gol). 3-1, Ibañez (al palo). 4-1, Montiel (gol).
Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra). Amonestó por parte del Sevilla a Rafa Mir (m.36, estando en el banquillo), Rakitic (m.65), Lamela (m.109), Jordán (m.120, estando de suplente), Montiel (m.124) y Ocampos (m.130), y, por el lado del Roma, a Matic (m.21), Pellegrini (m.45), Mancini (m.47), Cristante (m.65), Çelik (m.78), a un ayudante técnico (m.82) y Zalewski (m.105).
Incidencias: Final de la Liga Europa disputada en el estadio Puskás Arena de Budapest ante algo más de 60.000 espectadores, que casi completaron su aforo.