Según la Fiscalía, actuaba como un chamán, llegando a tener sobre la vida de los pacientes a los que atendía "un completo dominio y control"
La Fiscalía de Sevilla ha interpuesto una denuncia contra un médico, que actuaba como un chamán, por los presuntos delitos de trato degradante, acoso y extorsión contra algunos de sus pacientes, sobre cuya vida llegó a tener "un completo dominio y control" hasta el punto de que los indujo a "transgredir las prácticas morales".
El Colegio de Médicos envió a la Fiscalía el expediente disciplinario abierto a este facultativo, que tenía una consulta privada de homeopatía hasta el año pasado en la que organizaba "reuniones grupales planteadas como un medio para el crecimiento personal y relevantes para su salud psicológica", según la denuncia.
"A los pacientes escogidos se les comunicaba que se trataba de un grupo experimental con prácticas y con un desafío de superación, inspirado todo ello en la medicina chamánica", explica la Fiscalía, que asegura que el médico "habría pasado a tener un completo dominio y control de las actividades personales e incluso íntimas" de los miembros del grupo, a los que "manipulaba psicológicamente", con lo que creó "una dependencia absoluta".
De hecho, la Fiscalía apunta que a los componentes de ese grupo los llegó a "inducir a la transgresión de las prácticas morales haciendo que se sintieran personas sin valores y, por tanto, dependientes de él".
En las reuniones del grupo se producían agresiones físicas entre sus miembros inducidas por el médico, ejercicios con el cuerpo desnudo y actividades de tipo masoquista, refiere la Fiscalía, que añade que el denunciado "formulaba agrias críticas públicas contra la medicina científica" y aseguraba "ser capaz de curarlo todo", ya que consideraba las enfermedades "como estados mentales".
También decía a sus clientes que acudir a otros especialistas les produciría "sufrimiento", lo que, según la Fiscalía, "intensificaba su estado de ansiedad y dependencia psicológica".
"Si un paciente deseaba abandonar el grupo, el denunciado exigía cantidades importantes de dinero, en algún caso hasta 6.000 euros", con lo que los pacientes tenían "la sensación de que compraban su libertad", añade la denuncia.